LOS NOMBRES DE LA PLANTAS EN CAMARILLAS
MÁS SOBRE LA ETNOBOTÁNICA EN EL ALTO ALFAMBRA
Desde siempre los seres humanos hemos tenido necesidad de nombrar todo lo que nos concernía. Personas, lugares, ideas, objetos y … ¡seres vivos!
Esta idea, aplicada a los animales, es la letra de la conocida canción «Man gave name to the animals» de Bob Dylan.
Cada cultura, cada comunidad humana concede una denominación a todos los seres vivos que conoce por que les resultan útiles, peligrosos o por que le llaman la atención por algún aspecto. Otras muchas, la gran mayoría, carecen de nombre popular.
El nombre popular de los seres vivos forma parte del habla de cada comunidad humana. Dentro de un mismo dominio lingüístico es común encontrar varias denominaciones para una misma especie de ser vivo. En ocasiones, dentro de una misma comarca o incluso dentro de un mismo municipio, se pueden escuchar nombres diferentes para denominar a una misma especie.
Todo esto forma parte del patrimonio cultural inmaterial, tal como recoge la UNESCO.
La comunicación entre científicos dedicados a las ciencias de la vida requería utilizar una denominación única para referirse a cada especie de planta o de animal. En el siglo XVIII Carlos Linneo resolvió magistralmente esta necesidad desarrollando un sistema de nomenclatura binomial tan eficaz que su uso perdura en nuestros tiempos.
Conforme se han ido normalizado los idiomas se está intentando dar un nombre común a cada uno de los seres vivos. Estos son los nombres que usan los especialistas y que se difunden a través de los libros y de internet. El uso de estos nombres comunes es práctico pues nos permite entendernos con otras personas que hablan el mismo idioma. Sin embargo esta práctica, inevitablemente, acelera el abandono de los nombres populares en el habla cotidiana, ya muy amenazados como casi todas las manifestaciones de la cultura inmaterial por los cambios sociales, el envejecimiento y la influencia de los medios de comunicación. Favorece una pérdida cultural.
En el sur de Aragón se han realizado y publicado numerosos glosarios locales de carácter general. Alguno, incluso, en el Alto Alfambra, como la sección Palabros de la web de la asociación «El Pairón de Monteagudo».
Sin embargo, son escasos los glosarios de nombres populares de plantas y animales en nuestros pueblos. Pero hay excepciones. Una que concierne a Camarillas.
Hace unos años, Pedro Cirugeda realizó hace una quincena de años el proyecto de fin de carrera de sus estudios de Ingeniería Técnica Agrícola dedicándolo a la transformación de una explotación de cereal de secano en Camarillas en una de plantas aromáticas y medicinales.
Un apartado de dicho estudio consistió en recoger información sobre las plantas de uso medicinal en la zona entrevistando a personas con conocimientos sobre el tema. Ello, inevitablemente, supuso registrar los nombres de las plantas silvestres con propiedades curativas. Especialmente útil resultó la información que le aportó D. Pablo Domingo, vecino de Camarillas, un experto en fitoterapia.
Este trabajo es muy valioso pues aúna la sabiduría y la experiencia del informante, posiblemente recogida por transmisión oral de sus mayores, con la experiencia en botánica de Pedro, lo que ha permitido asignar un nombre científico preciso a cada nombre popular. Y esto no es muy común en la mayoría de los glosarios de plantas.
Se expone a continuación el glosario de las plantas silvestres de Camarillas elaborado por Pedro Cirugeda. En cada caso se presenta el nombre de la familia (en castellano), el nombre científico (en latín o latinizado) y el nombre popular:
Asteráceas Achillea millefolium Camamirla
Asteráceas Arctium minus Lapa
Asteráceas Artemisia assoana Poleo borde
Asteráceas Calendula arvensis Despidenovios
Asteráceas Centaurea calcitrapa Abreojos
Asteráceas Cirsium acaule Cardo de prado
Asteráceas Echinops ritro Cardo santo
Asteráceas Jasonia glutinosa Té de roca
Asteráceas Jasonia tuberosa Té de prado
Asteráceas Leuzea conifera Cardo santo
Asteráceas Mantisalca salmantica Escudilla
Asteráceas Santolina chamaecyparissus Ontina
Berberidáceas Berberis hispanica Agrillo
Boragináceas Echium vulgare Lengua de buey
Boragináceas Lithodora fruticosa Tomillo negro
Brasicáceas Brassica nigra Irbiana
Cariofiliáceas Paronychia capitata Florecilla
Ciperáceas Carex humilis Alamio
Cistáceas Helianthemum cinereum Florecilla amarilla
Escrofulariáceas Digitalis obscura Currugia
Euforbiáceas Euphorbia serrata Lechecino
Fabáceas Anthyllis montana Zarpa
Fabáceas Erinacea anthyllis Erizo
Fabáceas Astragalus incanus Mielguijón
Fabáceas Coronilla minima Hierba del mal de muelas
Fabáceas Genista mugronensis Toyada
Fabáceas Genista scorpius Aliaga
Fabáceas Medicago sativa Mielga
Fagáceas Quercus faginea Rebollo
Fagáceas Quercus ilex Carrasca
Geraniáceas Erodium sp. Tapadejos
Globulariáceas Globularia vulgaris Bolita azul
Lamiáceas Lavandula angustifolia / L. latifolia Espliego
Lamiáceas Marrubium supinum Marrubio
Lamiáceas Mentha longifolia Hierba pulguera
Lamiáceas Phlomis herba-venti Espantalobo
Lamiáceas Phlomis lychnitis Candilera
Lamiáceas Salvia pratensis / S. verbenaca Tárrago
Lamiáceas Satureja intricata Jadrea
Lamiáceas Thymus godayanus Pedregüela
Lamiáceas Vicia onobrychioides Veza
Liliáceas Aphyllantes monspeliensis Junza
Liliáceas Asphodelus ramosus Gamón
Liliáceas Gagea arvensis Ajuelo
Liliáceas Merendera pyrenaica Azafrán borde
Lamiáceas Onobrychis hispanica Pipirigallo borde
Papaveráceas Papaver rhoeas Ababol
Poáceas Alopecurus myosuroides Margal
Poligonáceas Polygonum aviculare Sargatillo
Ramnáceas Rhamnus pumila Palomesto
Ramnáceas Rhamnus saxatilis Arto
Ranunculáceas Helleborus foetidus Agüerro
Rosáceas Potentilla cinerea Yeguácera / Flor de primavera
Rosáceas Potentilla neumanniana Fresa borde
Rosáceas Sorbus domestica Azarollero
Rubiáceas Asperula aristata Torzonera
Rubiáceas Galium verum Camamirla borde
Salicáceas Populus nigra Chopo
Tifáceas Typha angustifolia Anea
Sin duda, este glosario se irá enriqueciendo con nuevos datos pues está abierto a nuevas aportaciones.
¡Enhorabuena, Pedro!