Ganadería y Agricultura
La cuenca del Alfambra es una unidad geográfica sin embargo, considerando aspectos socioeconómicos y socioculturales, puede diferenciarse netamente en dos comunidades humanas que se asientan en dos subunidades territoriales. La mitad oriental, el Alto Alfambra, con gran relación con el Maestrazgo y las sierras de Gúdar y Javalambre. Y la mitad occidental, el Bajo Alfambra, con mayor influencia del valle del Jiloca y de la Hoya de Teruel. El límite ente uno y otro puede establecerse en la máxima convexidad del trazado del río, que coincide con el estrecho de los Alcamines, entre Galve y Villalba Alta.
Hay dos elementos en los que se fundamenta esta división sociológica: la relación ganadería/agricultura en el sector primario y la relación hábitat disperso/hábitat concentrado en la distribución de los núcleos de población durante los últimos siglos.
La agricultura y la ganadería han sido actividades económicas desarrolladas en todo el valle del Alfambra. Sin embargo, una y otra no han tenido el mismo peso en términos relativos en las diferentes localidades. En el Alto Alfambra la ganadería ha sido el sector más importante, por la calidad y la extensión de los pastos de las sierras de Gúdar y del Pobo, así como por la complementariedad que les ofrecía la trashumancia hacia las próximas tierras valencianas (el “Reino”). En el Bajo Alfambra, sin embargo, la agricultura tenido un peso mayor, tanto por gran superficie agrícola de secano como por la relativa representación del regadío.
Los terrenos de mayor aptitud agrícola son los fondos de valle, los altiplanos con suelos profundos y la parte baja de las laderas. La superficie dedicada a los cultivos actualmente es muy importante en casi toda la cuenca del Alfambra. Predominan los cultivos herbáceos sobre los leñosos, destacando especialmente los de cereal (trigo, centeno, cebada) sobre los de oleaginosas (girasol) y de leguminosas forrajeras (pipirigallo y alfalfa). Los cultivos de secano son mayoritarios por el escaso caudal del río Alfambra y la reducida superficie de las llanuras de inundación.
Dentro del regadío de nuevo domina el cereal en cuanto a superficie aunque en algunas zonas como el bajo Alfambra la populicultura está teniendo un gran desarrollo una vez que se perdió el cultivo de remolacha; la despoblación y el envejecimiento han provocado el abandono de buena parte de los huertos familiares, únicos cultivos de regadío en las zonas más montañosas.