EN LA MIRADA DE DOMINIQUE MANSION
LOS PAISAJES DEL ALTO ALFAMBRA EN LOS DIBUJOS
Los días 23 y 24 de marzo de 2019 se celebró en las localidades de Aguilar del Alfambra y de Galve el congreso «Árboles trasmochos, un patrimonio cultural» organizado por el Gobierno de Aragón y el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Uno de los ponentes fue Dominique Mansion, un reconocido acuarelista especializado en la flora y los paisajes rurales así como un investigador en etnobotánica. Dominique tiene una extensa obra, entre la que destacan buena parte de las ilustraciones de la Flora Forestière Française, el libro «Les trognes. L’arbre paysan aux mille usages» (una obra de referencia sobre los trasmochos) o Le chamin des trognes, una obra de land art dispuesta en la Maison Botanique de Boursay (Francia), entre otras.
Durante su breve estancia, el sábado en Aguilar del Alfambra y el domingo en Galve, participó activamente en el congreso y aprovechó para captar el espíritu de los paisajes del Alto Alfambra y plasmarlos ágilmente en su cuaderno de trabajo como carboncillos, tan esquemáticos como expresivos.
Las verticales figuras de los chopos cabeceros …
O el paseo hacia el Remolinar de Aguilar, con sus edificios, la vega del Alfambra y la Sierra …
Dominique fue embebiéndose de la fuerza expresiva del paisaje, filtrándola con su mirada …
y plasmándola en esta colección de dibujos …
Las calles y edificios de Galve (dinosaurio incluido)…
Los Ríos Bajos, con sus buitres …
el puente medieval …
las preciosas mimbreras trasmochas …
y esos miles de chopos cabeceros de la Riera de Galve …
Por la tarde, poco antes de abandonar el valle, nos acercamos junto a Koen Smets y a Mohamed Alifriqui a saborear el silencio y el fresco del atardecer del Espinar y del Pantano …
sin dejar de aprovechar hasta la última luz, hasta el último detalle …
hasta el último minuto …
Con el poso del descanso de la noche pero con el recuerdo fresco en la mente, durante su vuelo de Valencia a París, en el avión, sintetizó las principales tipologías de los chopos cabeceros …
¡Merci, Dominique!