Fauna
- Invertebrados
Este grupo incluye animales como los anélidos, nemátodos, moluscos y artropodos, entre otros. Son muy numerosas las especies y ocupan todo tipos de hábitats en el Alto Alfambra, participando en múltiples de procesos ecológicos. Sin embargo, por su diversidad y por la complejidad de su identificación son muy escasos los estudios locales.
Entre los artrópodos destacan los insectos. Están omnipresentes y son fácilmente visibles tan pronto el rigor invernal afloja, tanto en los bosques de coníferas de las sierras altas como en los extensos pastizales de origen ganadero.
Hay multitud de especies de hormigas, avispas, abejorros y abejas silvestres, libélulas, caballitos del diablo, moscas, tábanos, mosquitos, efímeras, insectos palo, mantis, tejedores, chinches, piojos, crisopas, moscas escorpión, moscas de las piedras, pulgas, frigáneas, etc. En los prados son comunes y variados los saltamontes y los grillos de matorral, los eficaces comedores de hierba.
Son muy numerosos los escarabajos (coleópteros). Algunos viven del néctar de los arbustos, otros de la madera muerta, los hay que dependen de los excrementos del ganado y son abundantes los que viven en los prados, algunos son tan habituales como la aceitera (Berberomeloe majalis) y otros lo son menos, pero tienen un gran interés bigeográfico por ser endemismos de las Tierras Altas de Teruel, como Iberodorcadion terolense.
Un estudio de ciencia ciudadana realizado en el entorno del monte Castelfrío ha descubierto la presencia de 95 especies de mariposas diurnas, encontrándose entre ellas Erebia morronensis, Erebia zapateri o Parnassius apollo.
- Peces
En las aguas del río Alfambra y en sus afluentes cuando llevan caudal suficiente se han encontrados ocho especies de peces, entre ellos la trucha común, barbo de Graells, barbo colirrojo, bermejuela, madrija y gobio. Son especies adaptadas al estiaje, sobreviviendo en pozas o retirándose aguas abajo, en el Guadalaviar o el Turia hasta que retornan los caudales óptimos.
- Anfibios
En las charcas, arroyos y ríos, así como en los prados y campos próximos viven siete especies de anfibios,, todos ellos anuros. Son el sapo partero común, el sapillo pintojo meridional, el sapo de espuelas, el sapillo moteado común, el sapo común, el sapo corredor y la rana común.
- Reptiles
Menos vinculados al agua, los reptiles se distribuyen también por praderas, bosques, parameras, cultivos y roquedos. Se pueden observar especies de óptimo mediterráneo como las lagartijas lisa meridional, ibérica y colilarga, lagarto ocelado (ardacho), eslizón ibérico (escurzón), víbora hocicuda y culebras viperina, de collar, bastarda (verde), lisa meridional y de escalera. La lagartija roquera y la culebra lisa europea ponen de manifiesto un cierto carácter eurosiberiano en los pastos y bosques de la sierra de Gúdar.
- Aves
En el Alto Alfambra han sido observadas 152 especies de aves. Algunas pueden verse a lo largo de todo el año, otras son estivales llegando el primavera y marchando al final del verano, otras solo están durante la estación fría y aún hay otras que solo pueden observarse durante los pasos migratorios.
Están por todo tipo de ambientes.
En los bosques y prados frescos de la sierra de Gúdar hay trepador azul, verderón serrano, cárabo, azor común, herrerillo capuchino, carbonero garrapinos y piquituerto. En estos ambientes nidifican algunas especies, como curruca zarcera, alcaudón dorsirrojo y acentor común, más propias de los bosques eurosiberianos que de los mediterráneos, lo que pone de manifiesto el carácter ecológico de estas montañas.
En los páramos abiertos por la ganadería extensiva encuentran su hábitat collalba gris y rubia, alondra común (muy abundante) y totovía, terrera común, curruca tomillera, bisbita campestre, chova piquirroja, alcaraván común, alondra ricotí, ganga ortega y sisón.
En las hoces creadas por los ríos Alfambra y su afluente el Seco, cría buitre leonado, águila real, alimoche, halcón peregrino, búho real, paloma bravía, grajilla, roquero rojo y solitario, e inverna el roquero solitario y, ocasionalmente, el treparriscos.
La importancia de la avifauna de estos dos ambientes naturales en el Alto Alfambra ha sido el origen de la declaración Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Parameras del Alfambra, a 3.216 hectáreas de los términos municipales de Ababuj, Aguilar, Camarillas, El Pobo y Galve.
Los bosques de ribera formados chopos cabeceros surcan campos de cereal y prados orlados por densos espinares. Son el ambiente apropiado para que nidifiquen águila calzada, agateador común, oropéndola y escribano soteño. En la invernada acuden a comer los frutos de los espinos buenos bandos de zorzales reales y alirrojos, mirlos capiblancos, picogordos mientras que los de pinzones vulgares se alimentan en los rastrojos cercanos, siempre vigilados por el gavilán.
En los campos abiertos, tras la reproducción se concentran grandes bandos de calandria, pardillo común y gorrión chillón, atrayendo al esmerejón y al aguilucho pálido.
En la cabecera del río Seco, los prados del Becerril pueden inundarse temporalmente ofreciendo hábitat, sobre todo durante los pasos migratorios, para aves acuáticas como grulla común, cerceta común, cigüeñuela, avefría europea, garza real, fumarel cariblanco, archibebe común y otras muchas, así como para la cría de ánade azulón o lavandera boyera.
- Mamíferos
En el Alto Alfambra pueden encontrarse 43 especies de mamíferos, siendo un tercio de ellos murciélagos.
Algunos, como la nutria, la rata de agua, el turón o el visón americano, están vinculados a los cursos de agua. En los pastizales y prados, con más o menos cobertura arbustiva, pueden verse numerosos roedores como los topillos mediterráneo y campesino, los ratones de campo y moruno, rata negra, conejo y liebre, algunos insectívoros como musgaño de Cabrera, musaraña gris, topo ibérico y carnívoros como zorro o tejón. En los núcleos urbanos y en los huertos y campos cercanos es común garduña (huina), erizo común, comadreja (paniquesa) y rata parda. En los bosques habita lirón careto, ardilla, jabalí, corzo y en los roquedos la cabra montés.
Los murciélagos se refugian y crían en cuevas, árboles viejos y edificios abandonados saliendo a cazar polillas y otros insectos durante el periodo favorable a los bosques, prados y campos.