RUTAS PARA OBSERVAR AVES EN ARAGÓN
PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN AGUILAR DEL ALFAMBRA
Aragón tiene un territorio con gran diversidad en cuanto a su medio físico. En lo referente al relieve, por el gradiente altitudinal entre el fondo del valle del Ebro y las cimas de los Pirineos, como por la complejidad de formas. En lo relativo al clima, muy asociado al anterior, en los regímenes de precipitaciones y en cuanto a las temperaturas. En la naturaleza química de las rocas, desde los macizos graníticos pirenaicos, a los sedimentos terciarios ricos en sales de la Depresión Central pasando por los extensísimos afloramientos calizos de la cordillera Ibérica. Todo ello se traduce en una amplia gama de ecosistemas en los que las comunidades biológicas se han adaptado a la variedad del medio físico, desde los saladares de rasgos propios de las estepas asiáticas a las cimas alpinas con ambientes similares a la tundra, por citar algunas.
Es, además, un territorio de un poblamiento humano antiguo. Muy antiguo. Y esto se ha traducido en una profunda transformación de los ecosistemas. Se ha favorecido la expansión de los matorrales y pastos en detrimento de los bosques y se han creado ambientes nuevos, como los agroecosistemas o los núcleos urbanos. Aún con todo, son extensas las masas forestales que, por otro lado, recuperan sus dominios en las últimas décadas por el éxodo rural.
En este conjunto de cimas y prados alpinos, bosques eurosiberianos y mediterráneos, matorrales y pastizales, ríos, lagunas, saladares, roquedos, campos de secano, huertas y pueblos, acoge a una riquísima avifauna formada por más de trescientas especies habituales de aves (210 reproductoras), más del 70% de las presentes en la península Ibérica.
La conservación de este patrimonio natural supone un compromiso y un reto para la sociedad aragonesa, pero también una oportunidad para su disfrute tanto de sus propios ciudadanos como para los -cada vez más numerosos- visitantes, que desean observar esta variedad de aves silvestres en la que no faltan algunas de gran singularidad por su escasez en Europa.
Precisamente este es el objetivo del libro «Rutas para observar aves. Aragón» del que es autor Eduardo Viñuales y que acaba de publicar Sua Edizioak.
Este libro va a ser presentado por el autor el próximo sábado 9 de octubre, a las 19 horas, en el espacio cultural Los Granericos de Aguilar del Alfambra (Plaza Ayuntamiento s/n) en un acto que organiza la Plataforma Aguilar Natural.
En esta publicación, tras una introducción en la que el autor revela lo que las aves han significado para él, se esboza la riqueza ornitológica de Aragón, desde la cordillera Ibérica al Pirineo pasando por la depresión del Ebro, su expresión en la Red Natura 2000 (48 Zonas de Especial Protección de Aves) y las posibilidades recreativas y turísticas. Desgrana una colección de buenos consejos para la observación de las aves. Y añade unas orientaciones para aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece este libro de rutas pensado, en definitiva, en personas que realizan excursiones a pie mientras observan la avifauna.
A continuación, se describen treinta rutas ornitológicas organizadas por provincias. Doce para el Altoaragón, diez para la de Zaragoza y ocho para la de Teruel (una de ellas, la de Gallocanta, compartida entre estas dos últimas provincias, se asigna a la turolense). Se echa de menos una mayor dedicación a la cordillera Ibérica, por su representatividad territorial, especialmente en algunas zonas como son las sierras de Gúdar, Javalambre, Matarranya y Comunidad de Calatayud.
Muchas de las rutas son clásicas y de obligada inclusión. Pero otras son más inéditas, lo que se agradece cuando ya se lleva un tiempo en el mundillo de las aves en Aragón. De una de ellas, queremos hablar. Es la titulada «Parameras del Alto Alfambra. Aguilar del Alfambra y vértice de Batiosa«
A los seguidores de este blog les resultará familiar este espacio natural y su avifauna pues anualmente se reportan los datos de seguimiento de las poblaciones reproductoras recogidos para el programa SACRE de SEO/BirdLife.
Es, sin duda, un espacio natural muy representativo de las extensas parameras de la cordillera Ibérica, en general, y turolense, en particular.
Un ecosistema de un gran interés ornitológico y, en general, científico, paisajístico y cultural.
El experiencia fotográfica de Eduardo Viñuales quedará patente en la colección de fotografías que proyectará a lo largo de la conferencia y en el audiovisual con el que concluirá el acto.
Los amantes de la naturaleza y, en concreto, de las aves, tienen una cita el próximo sábado 9 de octubre en Aguilar del Alfambra.