DÍA MUNDIAL DE LAS AVES MIGRATORIAS
La migración de las aves es uno de los fenómenos naturales más espectaculares de la biosfera.
Una pulsión interior provoca en cada individuo el desplazamiento. El viaje migratorio. Millones de ejemplares de diversas especies realizan movimientos periódicos de mayor o menor alcance. Algunas aves tienen notables dimensiones; la mayoría, en cambio, son pequeñas y discretas.
Es este un movimiento masivo marcado por la duración del día y por la abundancia de recursos alimenticios. La migración obliga a superar barreras naturales (cordilleras, océanos, desiertos), a orientarse para no perderse y a localizar los ambientes favorables. Pero sobre todo, es un esfuerzo colosal para avecillas que, en ocasiones, deben acumular su reserva energética en unos escasos cuatro gramos extra de tejido adiposo. Es un reto, una gesta.
Por eso, diversas entidades internacionales se reunieron en 2017 y decidieron conmemorar el Día Mundial de la Migración de las Aves. Bueno, en realidad hay dos al año. Uno se celebra el segundo sábado de mayo y el otro el segundo sábado de octubre.
Estos días de mayo estamos inmersos en plena migración. También en el Alto Alfambra. Golondrinas que vuelan en marcada dirección al norte los páramos de Ababuj. Los abejeros europeos emplean las corrientes térmicas que se forman sobre la loma de La Hiedra, en Allepuz. Y las aves limícolas aprovechan el alto nivel de agua del Prado del Becerril en El Pobo. Como este andarríos bastardo.
Este sábado 12 de mayo, disfruta de uno de los fenómenos naturales más sorprendentes.
Solo hay que asomarse a la ventana u observar en nuestro paseo habitual. En definitiva, solo hay que prestar atención a llamada de la vida.