LOS BIC (PARTE 1)
A Quino y Charles M. Schulz (dibujantes)
¡Hola!
Esta historia la hicimos para unos pueblos de la “España vaciada”
Porque…
Un BIC es muuuuuucho más que un bolígrafo, una afeitadora o un código bancario.
Las clases de ahora no son como el curso pasado.
Hoy el maestro, por video conferencia, nos ha pedido hacer una excursión en nuestro pueblo para ver el TESORO. Hay que mirarlo muy bien, dibujarlo, preguntar a nuestros padres y abuelos lo que sepan de él y, al final, contar por escrito nuestras opiniones, buenas y malas, de lo que nos parece.
¿Un Tesoro en mi pueblo? – le hemos preguntado.
Si,– ha dicho- en cada uno de vuestros pueblos hay, por lo menos, uno o más tesoros de gran valor e importancia no solo para vosotros sino también para todos los españoles, se llaman BIC.
Nos hemos echado a reír ¡Qué nombrecito! Enseguida el maestro ha dicho que BIC era el “acrónimo” de Bien de Interés Cultural y que pronto nos explicaría muchas, muchas cosas sobre estos Tesoros.
¿Y dónde están? Porque, extrañadísimos, todos queríamos saberlo para ir a cogerlos.
Os voy a decir cuál es el BIC de cada pueblo y, desde hoy, iremos hablando un poquito de ellos, no os preocupéis– ha respondido el profe.
Un BIC NO ES un tesoro escondido.
Cuando nos lo ha dicho…¡Menuda sorpresa! ¡No son tesoros escondidos como los de los videojuegos! ¡Son sitios “viejos” que vemos cada día y hemos estado en ellos! No hay nada que buscar. Muchos hemos pensado que el maestro nos tomaba el pelo, pero no. Va en serio.
He recalcado que este trabajo es muy, muy importante y hay que esforzarse en hacerlo bien. ¡Ps!¡Está chupao!
Resulta que el BIC de Ababuj es la Torre Vieja. Pues, de primeras no me parece “tan importante” pero si pienso que se construyó a mano hace más de 700 años la cosa cambia, porque ninguna casa de ahora, con tanto adelanto, está tan bien hecha ni aguanta tanto.
En El Pobo su BIC es una cruz de término labrada en piedra. Sencilla, humilde pero muy bonita y resistente al paso de los siglos. Está dentro del pueblo señalando, como algunos pairones, donde acababan o empezaban los núcleos habitados bajo la protección de Dios, la Virgen o los Santos.
El BIC de Cedrillas es el castillo que levantaron en tiempos medievales piedra a piedra, rodeando la loma con su torreón de entrada y parte de muralla.
En Monteagudo ¿del Castillo? el BIC es la puerta de las Eras entre dos casas y lo que queda del castillo del siglo XII -hoy en “estado ruinoso”- porque la guerra carlista destruyó en 1840 casi todo lo que era la fortaleza y su muralla.
En Jorcas su BIC también son los restos de un castillo que empezaron a construir sus pobladores musulmanes hace más de 1250 años y mantuvieron los cristianos… ¡Pensar que esas piedras están aquí tantísimos años…! ¡Cuánto trabajaron y qué bien lo hacían entonces….! Desde allí se ve el campo abierto hasta Aguilar del Alfambra que tiene su trocito de muralla medieval en La Peña, es su BIC al lado de la ermita.
¿Cómo serán los BIC de Camarillas? Hay varios de distintas épocas y clases: Un pairón, la nevera medieval para guardar el hielo, la fuente del Santuario de la Virgen del Campo, el Santuario mudéjar de esa Virgen, la iglesia, los restos de otra iglesia del Castillo y lo que queda del castillo. Galve tiene un BIC: un Pairón. Allepuz y Gúdar tienen cosas antiguas, pero no son BIC.
Qué es ser BIC
En Internet lo dice: Ser BIC es la mayor distinción o título que puede concederse a un bien nacional debido a su importancia, valor histórico, social o singularidad. ¡Vaya tela! ¡Casi en cada uno de estos pueblos hay, por lo menos, uno de esos tesoros y nosotros sin fijarnos en ellos!
Les pregunto a mis hermanos mayores que están estudiando, a mis padres y abuelos qué saben del de aquí y alucinan. Pues ahí ha estado siempre –contestan- desde hace cientos y cientos de años. Es muy antiguo. Hablan de leyendas que les contaron sus padres y abuelos o de lo que hacían en él siendo pequeños, pero no saben quiénes lo construyeron, ni cuándo ni por qué.
Y cuando les he dicho que era “importantísimo, un tesoro”, se me han reído: ¡Pues poco se nota! Que nunca se ha gastado un céntimo en él. Más valdría que se arreglara y adecentara un poco, porque…da vergüenza ver cómo está – ha dictaminado el abuelo y todos le han dado la razón.
Puestos a preguntar he seguido: ¿Y por qué cada pueblo no arregla el suyo?
Ah porque, aunque sean de quién sean, los amos no pueden hacer nada en ellos sin permiso de los de más arriba, es decir, del gobierno de Aragón, -ha respondido enseguida mi abuelo (aunque fue poco a la escuela)-. En el pueblo ESTÁN porque los construyeron aquí, pero los dueños, sean de alguien particular o del Ayuntamiento o del gobierno, tienen que guardarlos y respetarlos. De toquitearlos ¡nada!
¡Hum! Me he quedado pensando. Tal vez no tiene claro de quién son los BIC, y eso que mi abuelo fue alcalde hace años, pero…mañana se lo preguntaré al maestro.
En clase todos habíamos visto “nuestros” BIC y hablamos de ellos. A casi todos nos habían mandado en casa mirar en Internet o en algún libro a ver si ponía alguna cosa de aquel lugar porque nuestros padres y abuelos sabían tanto como nosotros: Nada.
El maestro torció el gesto. Ha llegado el momento de hablar con los padres– debió pensar para sí, de modo que decidió tener una “reunión virtual” de APA intermunicipal y la clase siguió.
Algunos le preguntamos: Oye, ¿de quién son “nuestros” BIC? Y el maestro respondió:
Son nuestros, de todos los ciudadanos, aunque unos estén a nombre de un particular, otros de Ayuntamientos, otros de la iglesia, una fundación, un banco o del Gobierno aragonés como representante del gobierno del país. ¡Lo mismo que me había dicho mi abuelo con otras palabras! ¡Anda, anda el abuelo! –pensé yo- ¡Es el único que sabe las cosas del pueblo!
Nuestra siguiente pregunta fue: Si son de todos, ¿qué tienen que hacer los dueños?
El maestro contestó: TODOS hemos de respetarlos,sus amos tienen la obligación de cuidarlos y, el gobierno, además, ha de protegerlos y procurar que estén bien restaurados, que no se caigan ni roben o estropee lo antiguo que haya ni se “reconstruyan” libremente aunque estén muy mal. Todo eso tiene que hacer el gobierno porque, -dijo-, esa obligación la mandan la Constitución y las Leyes. En Aragón es la 3/1999 Ley de Patrimonio Cultural, está en Internet y, además, hay una Orden de la DGA de 22 de mayo de 2006 sobre los castillos de Aragón que son BIC.
¡La que se armó! ¡Pero si los gobiernos no hacen nada de nada! ¡Al revés!- dijimos todos- ¡No los cuidan! ¡Se están cayendo, llenos de maleza y grietas y ni los vigilan! ¡Están hechos una vergüenza, como dice mi abuelo! Uff, dijimos muchas cosas que no está bien copiar porque puede leerlas cualquiera, pero todos las imaginamos.
La videoconferencia continuó. Oye, ¿y si, por ejemplo, un pueblo quiere cambiar el BIC de sitio? –dijo otro.
El maestro lo explicó muy clarito:No puede porque NADIE PUEDE MOVERLOS JAMÁS del sitio donde están, ni quitar NADA de lo que pueda formar parte de él, aunque esté suelto o por sus alrededores para llevárselo “de recuerdo”, por ejemplo. Eso sería ROBO y EXPOLIO.
Ciudadanos ¿Qué hacemos con nuestro BIC?
Pero si el gobierno no les hace caso…¿cada Ayuntamiento puede “arreglar” el suyo?– preguntó una chica.
Que NOOOOOO, –dijo el maestro-. El Ayuntamiento puede y debe pedir al gobierno aragonés su restauración y conservación, pero nadie puede tocar NADA, NA-DA en ningún BIC, aunque sea suyo, sin permiso del gobierno previa INSPECCIÓN, ESTUDIO e INFORME de técnicos Expertos.
Y si la DGA sabe que están en los pueblos y de quién son-dijimos todos- ¿Cómo podemos decirle que queremos que se “arreglen” nuestros BIC?
El profe sonrió: Pues así: ¿Recordáis que os dije que este trabajo es muy muy importante? Al hacerlo, nos estamos fijando con mucha atención en lo bueno que tiene nuestro pueblo y cómo está, conocemos cosas que NO sabíamos, se las podemos contar a nuestros padres y abuelos si no las saben y, esto es muy importante, hacemos entre todos UN TRABAJO EN EQUIPO para NUESTRA COMUNIDAD. Así que, ahora, a trabajar y a contar en casa todo esto, porque todas …
… vuestras opiniones, dibujos, quejas y peticiones escritas, las llevaremos PRIMERO a nuestro Ayuntamiento para que las exponga y apruebe en un Pleno el que se restaure.
Y ¿con eso ya está? –Dijimos entre contentos y dudosos.
No, ese es el primer paso, que es MUY IMPORTANTE –siguió el maestro- Luego, junto a nuestros trabajos, el Ayuntamiento debe pedir un informe del BIC a un arqueólogo o historiador del arte y una memoria valorativa del arquitecto de la Comarca, que para eso le paga. Y todo ello, con el Acuerdo del Pleno, mandarlo al responsable del Gobierno aragonés solicitando la actuación de obras para la limpieza, conservación y restauración del BIC y el dinero que cueste.
¿Y si no nos hacen caso porque dicen que “no hay dinero”? – preguntamos desconfiados.
Pues volvemos a pedirlo una y otra vez, lo sacamos en prensa y en la tele y donde haga falta -contestó nuestro maestro con determinación- ¡Nada de rendirse! Lo importante es que sepáis qué es, por qué se debe hacer y cómo, que lo vamos a hacer todos juntos y hacerlo.
Por cierto, -pidió – llamad a vuestra madre o vuestro padre un momentito, que quiero quedar con ellos.
Lo que dijo el maestro a nuestros padres no lo sé, pero desde ese día, alguna vez hablamos de este trabajo que llevamos muy adelantado. Está guay ¡Se van a enterar de lo que pensamos!
Ahora miro el BIC de otra manera. Me parece un colega muy importante al que cuidar.
Hoy mi padre ha dicho que estaba orgulloso porque, gracias a mí, había aprendido que un BIC es …
Creo que me felicitaba por haberle enseñado algo importante.
¡¡¡Mola, moooooola!!!
Texto e ilustraciones propiedad de APUDEPA (Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) Licencia Creative Commons 4.0
Webs.
Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (LPHE).
