UNA MIRADA AL PARQUE CULTURAL DESDE LA ARBORICULTURA
Dos de mayo de 2022. Tras años de enamoramiento con el universo del árbol veterano, llego a
la provincia de Teruel. Llego al Alto Alfambra. Efectivamente, impresiona. Conozco parte del
patrimonio castellano de “chopas”, pero cuando comienzo a caminar por la vega del Alfambra
sé que no he visto nada igual; que probablemente no exista.
La vista se pierde entre estos gigantes, monstruos aún deshojados. Hay tantos que al ojo le
cuesta ir al detalle, pero su talante hibernal despierta ternura…
Sensaciones…primero, emoción. Después, admiración. Admiración por estos árboles, pero
también por el esfuerzo de las personas implicadas en la declaración del Parque Cultural del
Chopo Cabecero del Alto Alfambra, especialmente a Chabier, por su tenacidad, paciencia y esfuerzo, por su amor también a este paisaje cultural, que ha sido capaz de conmover a la Administración de que era un patrimonio vivo a poner en valor; porque sin valor, resultaría muerto.
Ojalá el ejemplo sirva en otras comunidades de la península, y los árboles veteranos, las
arboledas humanizadas, las dehesas, vestigios del trabajo y la vida de nuestras abuelas y
abuelos, y del tiempo en que las personas éramos capaces de cohabitar un territorio, de vivir
colaborando con su dicha, no se pierdan en la espuma del mar del tiempo que todo lo engulle
cuando no se usa.
Gracias al Parque Cultural por mantener viva la esperanza.
María García Martín
Arborista