SOLSTICIO DE INVIERNO
Tras una larga noche, el Sol asoma por los montes de Jorcas. Otra noche de helada en la loma. Los erizos aguantan estoicos el aire frío, que a uno le muerde en la piel. Nada se mueve. Nada se oye.
Pero, en unos minutos, conforme termina de asomar el sol, la rosada se desvanecerá sobre las matas y las piedras. Comenzará otra mañana de diciembre.
La mañana del solsticio de invierno. Aún falta para que los árboles salgan de su profundo sueño. Aún queda todo el invierno. Ojalá que el invierno nos traiga dos o tres buenas nevadas que recarguen de agua los montes, que devuelvan el caudal a los ríos, que aseguren las cosechas y los pastos. Y si son cinco nevadas, pues mejor.
Mientras tanto desde este blog os deseamos a lectores y colaboradores ilusión para vuestros proyectos y salud para llevarlos adelante en este 2018 que está a punto de entrar. Mientras tanto … ¡Feliz Navidad!