OROMEDITERRÁNEO
Según el área de distribución actual de los seres vivos, los geógrafos dividen la superficie terrestre en seis territorios. Estos territorios naturales reciben el nombre de reinos. La mayor parte de Norteamérica, de Asia, la totalidad de Europa y una pequeña parte norte de África forman parte del reino Holártico.
Cada reino, a su vez, se subdivide en otras unidades biogeográficas menores conocidas como regiones. En el reino Holártico hay once regiones. La península Ibérica se encuentra entre dos regiones. La parte norte, que se extiende por Galicia, la cordillera Cantábrica y el Pirineo, pertenece a la región Eurosiberiana (o Medioeuropea). El resto de la península Ibérica lo hace a la región Mediterránea, como buena parte de la península Itálica, Balcánica, el oeste de la de Anatolia y el norte del Magreb. El Alto Alfambra se sitúa, pues, inmerso en la región Mediterránea.
Si se relaciona la distribución geográfica de los seres vivos con la climatología (temperatura y precipitación) de cada territorio se obtienen unos índices bioclimáticos. Estos índices permiten establecer unos grupos de intervalos que se pueden hacer coincidir con los pisos de vegetación observados en cualquier lugar de la Tierra al ascender en altitud o en latitud.
Para la región Mediterránea, el profesor Rivas-Martínez estableció cinco pisos de vegetación. Desde el nivel del mar hasta las altas cimas, en la península Ibérica se pasa por los pisos, inframediterráneo, termomediterráneo, mesomeditarráneo, supramediterráneo, oromediterráneo y crioromediterráneo.
Estos pisos de vegetación se establecen por un índice de termicidad pero, en líneas generales, la temperatura media anual es el factor determinante. Así, el piso oromediterráneo corresponde con aquellas zonas que presentan temperaturas medias anuales comprendidas entre los 8 ºC y los 4 Cº mientras que el supramediterráneo serán aquellas en las que estas se encuentran entre los 12 ºC y los 8 ºC.
Pisos bioclimáticos. Fuente: Especies forestales |
Los sector central y norte del alto Alto Alfambra, es decir, los términos de Galve, Camarillas, Aguilar del Alfambra, Jorcas y las partes de menor altitud de Ababuj, El Pobo, Monteagudo del Castillo y Cedrillas, se encuentran en el piso supramediterráneo. Sin embargo, las zonas más altas, aquellas inmersas en las sierras de Gúdar y de El Pobo, incluyendo el valle del Sollavientos, lo están en el piso oromediterráneo. El límite de altitud, en esta parte de la cordillera Ibérica suele encontrarse entre los 1.500 y los 1.600 m.
Estos aspectos térmicos hay que complementarlos con los datos de precipitación. Así, en la península Ibérica se establecen seis tipos de ombroclimas: árido, semiárido, seco, subhúmedo, húmedo e hiperhúmedo.
A las plantas, al estar en permanente contacto a través de sus raíces, también les influyen las características químicas del suelo. Este, a su vez, está muy influenciado por el tipo de roca. En líneas generales, tienden a establecerse dos tipos de sustratos principales: los básicos (generalmente carbonatados, con pH superior a 7) y los ácidos (generalmente silíceos). En el Alto Alfambra, predominan los sustratos básicos, aunque en algunas zonas concretas afloran rocas silíceas.
Imagen ampliada del valle del Alfambra obtenida del Mapa de Series de Vegetación de España (1:400.000). En trama de color rosa rayado (14a) los sectores del piso oromediterráneo |
Hace una semana recorríamos las Lomas de Valdespino, en el término municipal de Monteagudo del Castillo. En la Majada Redonda, donde afloran las rocas carbonatadas y la altitud alcanza los 1.600 metros, se mostraba en su esplendor la serie de los pinares, enebrales y sabinares basófilos. Ahí estaba la tríada oromeditarránea propia de las montañas calizas.
El pino royo (Pinus sylvestris), la chaparra (Juniperus sabina) y el enebro común (Juniperus communis). Es la alta montaña mediterránea que también asoma en el Alto Alfambra.