BAMBOLIAS EN EL PUERTO DE VALDELINARES

El invierno va dando sus últimas bocadas. Incluso en las altas montañas del sur de la cordillera Ibérica, como son las que rodean al puerto de Valdelinares, la Peñarroya (2.028 m) o la Zaragozana (1.976 m).

Este que termina ha sido un invierno no muy largo, algo más suave que otros en cuanto al rigor de las heladas. Pero también ha sido un inverno seco, de escasas nevadas. Lo saben bien en la cercana estación de esquí.

Las hierbas de los prados del puerto muestran los habituales tonos pardos, los propios de estas fechas. Hierbas largas que reflejan la escasez de ganados y la abundancia de lluvias durante el pasado otoño.

Estos primeros días de abril, tras una semana larga de días cálidos, florece con intensidad una de las flores más hermosas de estas montañas: la bambolia.

Se trata de un narciso. Los botánicos debaten sobre su identidad. Incluida en el grupo de los que tienen flor amarilla con tubo largo (grupo Pseudonarcissi), algunos le otorgan el rango de especie (Narcissus eugeniae); otros autores, en cambio, consideran a nuestras bambolias como un subgrupo de la especie Narcissus confusus (N. confusus ssp. eugeniae).

Su área de distribución coincide con la cordillera Ibérica, desde La Rioja hasta el interior de la provincia de Valencia. En Aragón hay buenas poblaciones en el Moncayo, y en las sierra de Pelarda, Valdelacasa, Albarracín y Gúdar. Se trata de un endemismo ibérico.

En las cabeceras de los ríos Sollavientos y Linares abundan los afloramientos de arcillas y arenas del Cretácico Inferior. Son materiales que tienen una notable capacidad de retención hídrica. Al mismo tiempo, estamos en una zona elevada, donde la evaporación anual es mucho menor que en áreas cercanas. uno y otro factor, favorecen a las plantas pratenses exigentes en humedad edáfica. De ahí el valor ganadero de estos prados.

Este es el ambiente propicio para la bambolia. El heraldo de la primavera.

Este invierno, escaso en nevadas, las plantas son más pequeñas que otros años, con hojas y tallos florales más estrechos y cortos. Menos lucidas.

Aún así, pintan de amarillo las laderas de uno de los parajes más hermosos del sur de Aragón.

¡Vente a recorrer estas montañas y disfruta observando este espectáculo de la entrada de la primavera!