GEOCACHING EL POBO

CONTINÚA LA RUTA DEL JUEGO DE BÚSQUEDA

El juego de la «búsqueda del tesoro» ha evolucionado con las nuevas tecnologías y ahora millones de personas emplean el GPS de su teléfono móvil para encontrar diferentes objetos escondidos por el mundo real. Hablamos de Geocaching.

Es una actividad recreativa que invita a salir de casa para encontrar «tesoros» (los geocaches) al tiempo que se descubren lugares nuevos, generalmente atractivos, de tu localidad o de cualquier otra parte del mundo. Se trata, según sus creadores, “de una aventura que cualquier día y en cualquier momento puede llevarte a lugares bonitos e impresionantes”.

Existen varias aplicaciones con las que se puede participar en este juego de búsqueda. La más conocida se llama geocaching. Fue creada en el año 2000 y está disponible tanto para iOS como para Android. A mediados de 2013 había sido descargada por seis millones de usuarios. En la actualidad cuenta con más de tres millones de geocachés repartidos por más de 200 países.

Los tesoros son escondidos al aire libre (huecos de árboles, colgado de una rama, bajo una piedra, en la grieta de una roca …) por una persona, bien en el campo o bien en un pueblo o una ciudad. Cuando se esconden debe anotarse las coordenadas geográficas del punto mediante un receptor GPS y se deben hacer públicas en un sitio web especializado.

Para jugar solo se necesita un teléfono móvil con conexión a internet. El usuario debe crearse una cuenta gratuita (las hay de pago, con más prestaciones). A continuación, se abrirá un mapa de la zona en la que se encuentre con indicaciones sobre todos los geocachés próximos. Hay que elegir el que se quiere encontrar y usar el GPS hasta llegar a la ubicación. La aplicación móvil proporciona información de la dificultad para encontrar el geocaché, el tipo de terreno y el tamaño del tesoro. También muestra pistas sobre dónde está escondido o si el usuario se está acercando a él.

El tesoro normalmente está dentro de un recipiente impermeable y con cierre hermético. Estos recipientes pueden tener diferentes tamaños en función de su contenido y del lugar en el que se ocultan.

Todos ellos contienen en su interior un papel o un cuaderno (logbook), que puede ser mínimo, en el que anotar el nombre (generalmente un seudónimo) y la fecha para que quede registrado el hallazgo. También hay que confirmarlo en su aplicación en el propio móvil o en el ordenador personal. En ocasiones, si se desea, también pueden anotarse las circunstancias del hallazgo o la impresión que sugiere ese lugar.

Además, el tesoro suele contar con algún objeto, generalmente de poco valor y pequeño tamaño. Por ejemplo, un llavero, un imán o un muñeco. Nunca se sabe lo que el fundador u otros visitantes de la caché pueden haber dejado. Puede llevárselo siempre y cuando deje otro del mismo o igual valor. Es un pequeño compromiso con la comunidad, ya que es un juego solidario. No se trata de recoger los objetos que encontremos e irnos del lugar sin más.

Por último se tiene que dejar el geocaché bien escondido en la posición exacta y en el mismo lugar donde se encontró. Es evidente que la discreción es importante, sobre todo en lugares concurridos, para conseguir que permanezcan en el tiempo. Y también, que hay que contar con la aprobación del propietario del lugar en el que se esconde el tesoro cuando no se trata de un espacio público.

Entre los objetos que pueden dejarse en el contenedor, también se encuentran los rastreables, también conocidos como travelbugs y geocoins. Estos objetos viajeros se reconocen por que llevan impreso un código de letras y números que los identifica. Es decir, puedes sacarlos del contenedor, pero no quedártelos, sino que hay que llevarlos a otro «geoescondite» para ayudarles a cumplir su misión, por lo común «ver mundo», lo que se puede conocer introduciendo el código en la página de geocaching.

También es posible crear geocaches encadenados (normalmente denominados multi-caches), donde el objeto anunciado contiene una nota con las coordenadas del tesoro o de otras notas con otras coordenadas. Suelen constituir rutas con un eje argumental como elemento motivador para los niños y estar jalonando itinerarios de interés natural o cultural.

Entre las razones para participar en Geocaching, los usuarios destacan que aprenden cosas sobre parajes naturales o lugares de interés patrimonial, descubren nuevos lugares, salen a la calle, caminan y hacen amigos. En los últimos años se ha creado una comunidad de usuarios de la aplicación en todo el mundo que reúne a varios millones de personas. Entre ellos, se envían mensajes e intercambian pistas y consejos. En el apartado de comentarios de cada geocaché, comentan, por ejemplo, cómo les ha ido la búsqueda del tesoro, si lo han encontrado y si han dejado algo en su lugar.

Este juego ofrece la posibilidad de atraer a usuarios a lugares que tienen espacios naturales o culturales de interés. Es decir, es una herramienta para fomentar el turismo. Por el perfil de los aficionados suele tratarse de un turismo familiar (a los niños les encanta buscar y encontrar) o juvenil. Pero también hay muchos adultos. Un público que puede sorprenderse al descubrir los numerosos lugares atractivos del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

Desde hace un tiempo la localidad de El Pobo cuenta con una nueva rutas de geocaching constituidas por dieciseis tesoros escondidos en lugares de gran interés, tanto en el núcleo urbano como, especialmente, en sus alrededores. Ambas rutas se complementan con una serie de señales (códigos QR) con información sobre los elementos patrimoniales (monumentos, cultura popular, paisajes, etc.) dispuestas en postes de madera, muros de piedra o paneles preexistentes …

… que se van descubriendo a lo largo del itinerario.

Esta iniciativa es el resultado de un convenio firmado entre la Comarca Comunidad de Teruel y el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

Vamos a dedicar este artículo a la Ruta Geocaching El Pobo.

El eje temático en este caso es la paleontología. Y, en particular, la fauna de mamíferos que vivieron durante el final de Mioceno (era Terciaria) cuyos restos se han encontrado en el actual valle del Alfambra y que corresponden a unos animales que vivieron en unos ambientes similares a los de las actuales sabanas del este de África hace entre 8,7 y 5,3 millones de años.

Sabana - Concepto, tipos, clima, flora y fauna

La historia es la de un felino dientes de sable

… que viviría en aquella época en un territorio con un relieve similar al del actual valle del río Seco. Esto no fue realmente así, pero nos sirve para trazar una serie de acontecimientos, a modo de pequeñas aventuras, en los que este depredador va interaccionando con los mamíferos cuyos corpóreos pueden encontrarse en el Safari de la Sabana del Turoliense. Esta es una historia pensada en los niños para animarles a seguir la Ruta de Geocaching de El Pobo.

La ruta multicache puede comenzarse en cualquiera de los escondites que indica la aplicación. Se sugiere recorrerla según la secuencia indicada a continuación ya que sigue el relato de la aventura del felino dientes de sable al recorrer su territorio en torno a la actual localidad de El Pobo y el itinerario propuesto en la web del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

Cada uno de los puntos de la Ruta Geocaching El Pobo está dedicado a uno de los mamíferos que pueden encontrarse en el Safari de la Sabana del Turoliense. Este itinerario recreativo y de exploración se propone dar a conocer los ambientes en los que vivieron estos animales prehistóricos usando la imaginación mientras se visitan diversos interesantes monumentos y bonitos parajes del término municipal de El Pobo.

La Ruta Geocaching El Pobo comienza en el Safari de la Sabana del Turoliense que se encuentra tras la ermita de Loreto, junto a la carretera en su entrada al pueblo cuando se viene desde Teruel o desde Cedrillas.

Este espacio expositivo creado por la Comarca Comunidad de Teruel, con el asesoramiento de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel – Dinópolis, ofrece varias reproducciones corpóreas de algunos mamíferos extintos que vivieron en la zona en la que nos encontramos durante esta etapa de la historia de la Tierra. Incluye también paneles informativos sobre la morfología y la historia natural de estos animales, el ambiente en el que vivieron y sobre sus fósiles y el trabajo de los paleontólogos. La visita es gratuita. Se ruega no acceder al interior de los cercados para evitar el deterioro de los corpóreos.

Uno de los mamíferos que pueden encontrarse en este parque temático es Amphimachairodus giganteus, un félido extinto del grupo de los denominados dientes de sable, por el desarrollo extremo de sus colmillos, que pertenece a la subfamilia de los macairodontinos.

Vamos a iniciar el recorrido primero por el núcleo urbano entorno del El Pobo siguiendo los pasos de nuestro dientes de sable que hace días que no come y por tanto busca de alimento para saciar el hambre.

Desde este punto inicial de la ruta nos podemos dirigir hacia el siguiente, que está ubicado junto al Crucero Cruz de Término, ya en el núcleo urbano de El Pobo. La placa QR con la información se ubica en un banco junto a la báscula municipal.

Este crucero marcaba la salida del Camino Real en El Pobo hacia el sur. Enteramente construida en piedra, tiene dos basas, siendo la inferior cuadrada y la superior octogonal. Sobre esta descansa un fuste cilíndrico a modo de columna terminado en un sencillo capitel cuyo remate es la cruz. Está catalogado como Bien de Interés Cultural por la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón.

Geocache situado cerca del crucero

Este paraje era conocido como el Recogedor, por ser donde se reunían vacas, bueyes y mulos de los vecinos para que el pastor dulero los condujera a los pastos municipales de la dula. Un gran olmo crecía donde ahora se encuentra el surtidor de gasóleo y bajo sus ramas se juntaban las gentes y jugaban los niños. Sus restos fueron trasladados (y apuntalados) al otro lado de la carretera conservándose como una parte de la memoria colectiva.

Desde la zona llana dientes de sable ….

se dirige hacia lugares con presencia de agua, donde los ungulados buscan zonas de pasto en llanuras con manantiales donde la vegetación herbácea es más densa y jugosa.

En este lugar divisa a lo lejos un grupo de Birgerbohlinia schaubi, una especie de jirafa con cuello corto (parecido al actual okapi). Pertenece a un género extinto de jiráfidos sivaterinos. Dentro de este grupo se conocen diez especies, todas ellas desaparecidas que vivieron por África, zona mediterránea de Europa y Asia.

Al divisar al dientes de sable el grupo de jirafas de cuello corto comienza una rápida huida siguiendo la llanura en dirección norte para así evitar el ataqueAl escapar la manada de jirafas nuestro dientes de sable opta por ascender a una colina cercana para así disponer de una amplia panorámica de todo el territorio.

El siguiente punto de la ruta se ubica junto a la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, en la parte elevada del núcleo urbano, donde podemos obtener una buena vista del entorno de El Pobo. El código QR se encuentra en el depósito de agua detrás de la iglesia.

La iglesia parroquial de El Pobo es una construcción de estilo gótico-renacentista levantada entre los siglos XV y XVII. En su mayor parte hecha en mampostería, siendo únicamente usados los sillares bien escuadrados para el refuerzo de los muros en sus ángulos, como es bien visible en los cuerpos inferiores de su torre campanario. En cuanto a sus volúmenes es distinguible la nave mayor, cubierta a dos aguas con teja de cerámica, a cuyos lados se disponen las naves laterales de menor altura. Sobre ellas emerge la torre campanario de tres cuerpos rematada con una cubierta con tejas cerámicas policromadas.

El acceso al templo se realiza a través de un pórtico situado a los pies de la iglesia que está cubierto con techumbre de madera inclinada. Este atrio cobija el acceso principal a la iglesia, una portada en forma de arco conopial rematada por pináculos góticos. En el interior de su arco se conserva un relieve que representa a la Virgen ya que la antigua advocación del templo era dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles.

Al interior cuenta con nave central de mayor altura y naves laterales con capillas entre los contrafuertes. Tanto la nave central como las capillas se cubren con bóvedas de crucería.

Adosada a la cabecera de la iglesia se conserva una edificación de aspecto fortificado que podría tener origen medieval. Se trata de una potente torre-sala a la que se accedería originalmente por una puerta en alto situada en el lateral que da a la iglesia.

Está construida por mampostería con sillares en las esquinas. Popularmente es conocida como la Casa de las Palomas. Se sabe que sirvió como granero del Concejo. Algunos investigadores vinculan este edificio con la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369) mientras que otros opinan que diversos detalles constructivos apuntan a una datación anterior, posiblemente de entre los siglos XII-XIII.

Detrás de la iglesia, en lo alto del cerro, se encuentran las Eras del Castillo. La panorámica que se disfruta desde este mirador natural es fantástica. Hacia poniente se tiene una visión bellísima de la sierra del Pobo, desde el Portillo de Escorihuela al monte Castelfrío pasando por la cima de Hoyalta. Hacia el sur, en un plano más cercano, el monte San Cristóbal (Monteagudo del Castillo), más allá el Portillo Ramiro (Cedrillas) y, al fondo, la mole del Peñarroya (Alcalá de la Selva y Gúdar). Por el norte, la Muela de la Umbría (Ababuj y Aguilar del Alfambra), el pueblo de Ababuj y, algo más hacia el este, la muela de Camarillas.

Dientes de sable dirige su mirada hacia el norte en dirección a un manantial que genera un pequeño estanque que aprovechan pequeños mamíferos como jabalíes y ciervos para beber, por lo que puede ser un buen lugar de caza.

Comienza su camino en esa dirección y observa que un grupo de hienas del género Lycyaena se dirigen hacia el manantial. El género Lycyaena está actualmente extinto, pertenece a la familia Hyaenidae. Esta especie de hiena era una cazadora cursorial, es decir atrapaba a sus presas con los dientes en lugar de las garras. Era depredadora además de carroñera.

Así pues, nuestro dientes de sable comprende que tienen alguna presa o carroña y corre hacia allí. Sabe que si acude pronto aún podrá aprovechar los restos, así que apresura el paso para llegar cuanto antes al lugar.

El punto de la ruta con el siguiente geocache a descubrir se ubica junto al Peirón de San Juan y San Pablo de Roma, donde también se encuentra el panel informativo del sendero PR-TE 45 con la placa con el código QR.

Este peirón (o pairón, según personas) está situado junto al antiguo camino que unía el pueblo de Alfambra con Villarroya de los Pinares. Es de una bella factura. Destaca por su esbeltez, por la ornamentación de su fuste y por su historia.

El Peirón de los Santos Juan y Pablo de El Pobo se ajusta a la estructura tipo de esta modalidad de construcción religiosa tan característica del sur de Aragón. Tiene una grada de planta cuadrada con tres peldaños, sobre la que descansa la basa que remata con tres molduras. El fuste también tiene sección cuadrada. En la parte inferior, la más larga, sus cuatro frentes tiene tallados motivos decorativos, algunos con motivos florales y diversas guirnaldas.

Mientras que los frentes de la superior son lisos. Sobre el fuste se dispone un graderío invertido de líneas rectas que hace de cornisa baja. Todo ello es de piedra. De una caliza gris azulada que tanto abunda en la sierra de El Pobo.

El peirón original era de piedra todo él, salvo las estatuillas de los santos cobijadas, que eran de madera y se cobijaban en la ornacina. Fue derribado y destruido durante Guerra Civil Española. Al terminar esta contienda, el peirón fue erigido de nuevo, aprovechando las piezas del antiguo. Las estatuillas antiguas de madera, igualmente destruidas, se sustituyeron por azulejos con los dibujos de San Juan y San Pablo.

Sí que pudo recuperarse la original y hermosa veleta de forja que se instaló coronando ahora el nuevo cimacio.

El peirón de San Juan y San Pablo de El Pobo, construido en 1721, recibió la genérica declaración como Bien de Interés Cultural, por la Ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés del Gobierno de Aragón. El peirón dedicado a san Juan y a san Pablo en El Pobo, encierra una interesante historia en la que participa un cambio en el patronazgo de la localidad, las reliquias en tiempos de Contrarreforma y la rudeza de su clima durante la Pequeña Edad de Hielo.

De camino hacia el manantial, poco después de bajar la loma, dientes de sable ….

observa que las hienas se asustan y se agrupan antes de llegar al lugar donde iban a llegar. El motivo se descubre poco después, puesto que aparece un grupo de lobos del género Eucyon cipio que protegen la presa que han abatido.

Eucyon es un género extinto de cánidos similar a los actuales coyotes. Eran animales semiomnívoros, aunque también cazaban para alimentarse. Se cree que este género es un antepasado del género Canis al que pertenecen en la actualidad los lobos, chacales y coyotes.

Los lobos buscan defender su presa frente a las hienas, por lo que el dientes de sable tiene la oportunidad de arrebatarles la presa o atacar a alguno de los animales que queden heridos en el enfrentamiento. De esta forma no malgastará energías en cazar. Comienza a correr en dirección al manantial.

El siguiente punto de la ruta se ubica en la zona recreativa de la Fuente del Cubo. Allí en una caseta se sitúa la placa con el código QR y no muy lejos el siguiente geocache.

La Fuente del Cubo se ubica a las afueras de El Pobo, en dirección a Ababuj. Está dentro de un recinto vallado, con acceso libre, que dispone de mesas de picnic y un asador. Sobre los troncos de unos chopos muertos se han labrado varios relieves de temática animal. El área recreativa dispone de aseos que se utilizan durante la acampada que se realiza durante la celebración del Festival Poborina Folk.

Este evento musical se celebra el fin de semana más próximo a la noche de San Juan (24 de junio). Es un festival temático centrado en el folk y en la música de raíz que complementa. Se complementa con actividades como teatro, talleres en la naturaleza, senderismo, mercado artesanal, observación de estrellas, música de pasacalles con dulzaineros, gigantes y cabezudos, y otras muchas más. Para más información consulta la página web del festival: https://poborinafolk.es/

Al llegar al manantial dientes de sable …

… encuentra los restos de un jabalí abatido por los lobos. Se trata de un ejemplar de Hippopotamodon, una especie de jabalí. perteneciente a un género actualmente extinto. Era una presa habitual de hienas, lobos y dientes de sable.

Los restos del jabalí ofrecen suficiente alimento y permiten no dedicar energía en cazar. Aun así, debe defender los restos de hienas y lobos que intentan alimentarse.

Una vez saciado su apetito dientes de sable valora volver a su guarida, una oquedad en la roca situada en la parte alta de la sierra. Pero primero se dirige hacia los prados para terminar de controlar su territorio de caza.

El siguiente punto de la ruta se ubica junto a la Balsa de los Prados de Becerril, a la que se puede acceder por un camino que parte junto a la cooperativa y puede ser recorrido por turismos sin problema. El placa que contiene el código QR está pegada sobre una baliza junto al acceso a la balsa. Y en geocache, muy bien escondido.

Los prados del Becerril están en una planicie de fondo de valle situada en la cabecera del valle del río Seco. Recogen las aguas de los barrancos que descienden del monte Castelfrío. La escasa pendiente y la impermeabilidad del terreno facilitan la acumulación del agua en pequeñas depresiones. Antaño eran unos prados de inundación temporal. Este antiguo humedal fue transformado mediante drenajes para conseguir tierras de labor.

El entorno de estas balsas en la actualidad son tierras de labor. Sin embargo, en el pasado eran praderas encharcables dedicadas a su aprovechamiento mediante ganadería extensiva, especialmente de vacuno.

Pese a su extensión aún ofrece hábitat a especies propias de lagunas y prados inundables. Especialmente a las aves acuáticas que utilizan los prados del Becerril como lugar de cría, de invernada y, sobre todo, de descanso y alimentación en los pasos migratorios.

Dientes de sable se dirige por el fondo del valle hacia el sur. Es la parte baja de su territorio de caza.

A esta zona húmeda acuden herbívoros a beber y comer. También viven en ella animales terrestres y acuáticos. Y algunos viven entre los dos ambientes, como los hipopótamos. Al bordear los prados inundados dientes de sable encuentra un grupo de Archaeopotamus crusafonti, especie extinta de hipopótamo, muy parecido a los actuales.

Nuestro dientes de sable intenta evitar el enfrentamiento y cambia de dirección para ir adentrándose en las zonas más elevadas de su territorio dejando, poco a poco, la llanura del fondo de valle, en la actualidad un paisaje agrario de grandes parcelas, para ascender a las lomas y parameras del piedemonte de la actual sierra de El Pobo.

La siguiente etapa nos llevará hasta la zona de Castelfrío, en la carretera TE-V-8001 que une la A-226 con El Pobo, encontraremos una baliza que marca el PR-TE 45 Camino de los Pilones. En la baliza se ubica la placa QR.

El Camino de los Pilones es una ruta señalizada mediante unos hitos de forma cilíndrica construidos con mampostería que coincide con un antiguo camino real que unía Teruel con Morella y los puertos marítimos del norte del antiguo Reino de Valencia. Los pilones se levantaron tan solo en aquellas zonas elevadas en las que la nieve podía permanecer durante meses y en las que las nubes, además, impedían la visibilidad de los viajeros y mercantes favoreciendo que se extraviaran. Uno de los tramos más largos y con mayor número de pilones (o vestigios) está comprendido entre Corbalán y El Pobo.

El origen del camino tendría que ver con la necesidad de disponer de una vía de comunicación que permitiese el comercio de alimentos y, especialmente de lana en el sur de Aragón durante la Baja Edad Media. El comercio de la lana y de los productos textiles elaborados con la misma fue un motor económico en el sur de Aragón, especialmente en el Maestrazgo (Baylías) y en Comunidad de Aldeas de Teruel, desde la Edad Media y toda la Edad Moderna hasta su declive a finales del siglo XVIII. El Camino de los Pilones era utilizado por los transportistas de lana y de paños, por los ganaderos y por otros muchos viajeros, en una época en la que la actividad económica y social era importante en estas montañas. Por eso se puede considerar la Ruta de la Lana.

No sé conoce con precisión cuando fueron levantados los pilones. Algunos historiadores sugieren que pudo ocurrir durante la primera mitad del siglo XVIII y que se trataría de una obra pública en la que participaría el estado. Esta época coincidiría con una etapa de la Pequeña Edad de Hielo de especial rigor y con un momento de intenso tráfico de mercancías en estas montañas.

Los elementos más destacables de este camino son los pilones. Se sitúan uno de otro a una distancia comprendida entre 30 y 40 metros, de forma que fueran visibles entre ellos con condiciones adversas (nieve, ventisca) y sirvieran para marcar la ruta a los viajeros.

El tramo en el que nos encontramos corresponde a la zona situada entre Corbalán y El Pobo. Desde Corbalán el camino se dirige hacia la masía de la Baronía de Escriche, para seguir ladera arriba donde encontraremos restos de pilones hasta el puerto de Cabigordo. Desde aquí sigue junto a la carretera en dirección a Cedrillas donde podemos observar pilones completos y restos de varios más, alineados en dirección hacia El Pobo.

Este tramo está señalizado como una ruta senderista. En él se han consolidado los restos de numerosos pilones para evitar su desaparición, aunque quedan restos de pilones por recuperar como iremos viendo en el recorrido.

Para encontrar este Mystery deberás encontrar los tres geocaches siguientes:

– Camino de los Pilones 1 (GCA5M0H)

– Camino de los Pilones 2 (GCA4M0W)

– Camino de los Pilones 3 (GCA5M1F)

En estos geocaches encontrarás parte de las coordenadas de este Mystery.

Dientes de sable deja la llanura del fondo del valle y asciende hacia los páramos del piedemonte de la sierra de El Pobo.

A lo lejos divisa un animal grande. Se trata de un Tetralophodon, un mastodonte muy parecido a los elefantes actuales. Este mamífero pertenecía a la familia, actualmente extinta, de los gomfotéridos. 

Tanto por el tamaño como por las defensas del mastodonte, dientes de sable evite acercarse al mastodonte y busca refugio en los roquedos de la parte alta de del monte Castelfrío.

La siguiente etapa del camino nos lleva a tomar el camino que, desde la TE-V-8001, se dirige hacia Castelfrío. Se toma la pista señalizado para ascender al monte siguiendo las rutas del proyecto Atrinchérate (vestigios de la Guerra Civil).

El monte Castelfrío forma parte del LIC Castelfrío-Mas de TarínEste espacio natural fue incorporado a la Red de Espacios Natura 2000 de la Unión Europea a propuesta del Gobierno de Aragón. Tiene una superficie superior a las 2.000 hectáreas localizadas dentro de los términos municipales de Cuevas Labradas, Peralejos, Escorihuela y El Pobo.

El monte fue asolado por un incendio forestal en julio de 2009 que calcinó 1.800 hectáreas. Conserva algunos reductos de interés botánico como son brezales, bujedas, prados y bosques de carrasca y de pinar (negral o gargallo y albar o royo). Por ello en el entorno de la pista de acceso hacia la cima pueden observarse amplias zonas en las que aflora la roca madre, areniscas rojas (rodeno) en forma de losas o con una vegetación de escaso porte con predominio de herbáceas y matas de pequeño porte.

En algunas zonas pueden verse arbustos de mayor altura, como las sabinas y los enebros. Entre unos arbustos que crecen en un colado puede encontrarse el siguiente geocache.

Algunos pinares (de repoblación) se salvaron del incendio y presentan un desarrollo notable para la sesentena de años que tienen y lo rocoso que es el terreno.

En las zonas altas hay cuevas y grietas entre las rocas en las que se puede refugiar dientes de sable.

En estos parajes habita también Indarctos, una especie extinta de oso que recuerda al actual panda gigante. Aunque en la dieta de aquel predominaban las semillas, hojas y frutas, también incluía la carne y otros productos de origen animal. No parece probable que Indarctos atacara a dientes de sable para comérselo, pero sí que compitieran por los lugares donde refugiarse y por las presas.

Cerca de los roquedos de la cima nuestro dientes de sable ocupa una oquedad de las rocas para descansar a la espera de un nuevo día en la sabana del Turoliense.

El monte Castelfrío es una referencia en el paisaje tanto desde el valle del río Alfambra como desde el altiplano de El Pobo y Cedrillas. Es inconfundible con sus antenas de telecomunicaciones.

A lo largo del ascenso a la cumbre se ven zonas cubiertas con pinar y otras despejadas, resultado del incendio forestal que se produjo hace casi veinte años. Los pinos supervivientes, aislados o en pequeños grupos, han debido adaptarse a los efectos del incendio y a los del viento, al quedar desprotegidos al desaparecer sus compañeros. Por eso, muchos de ellos ofrecen un aspecto tortuoso en su copa.

Cerca de los pinos se encuentra el siguiente geocache que carece de útil de escritura, por lo que conviene llevar uno.

El camino de subida puede hacerse con vehículo, pero es una pista pedregosa y de fuerte pendiente.

Areniscas rojas (rodeno) del Buntsandstein alteradas en superficie

El monte Castelfrío tiene una altura de 1758 metros sobre el nivel del mar. Su aislamiento y altura le dan la apariencia de ser la cima de la sierra de El Pobo. Pero no es así. Las Hoyaltas (Baja, 1759 m y la Alta, 1760 m) le superan por muy poco. Sin duda, el aspecto masivo de la sierra en estas cimas le restan la altivez que sí tiene, en cambio, Castelfrío.

Es por ello que es un fantástico mirador del sur de la cordillera Ibérica. Se puede divisar el Bajo Alfambra y la Hoya de Teruel. Algo más al oeste sierra Menera que se extiende hacia los Montes Universales, ya en la raya con Castilla. Hacia el noroeste el Campo Visiedo. Hacia el norte, la sierras de San Just y de Majalinos. Hacia el este, en primer término, el valle del río Seco y, po más allá la depresión del Alto Alfambra que se remonta hasta el Peñarroya, la cima del sur de la cordillera Ibérica. Más al sur, la sierra de Javalambre. Y hacia el este, el macizo del Maestrazgo que se extiende hasta Peñagolosa.

Afloran en este monte areniscas rojas (rodeno) procedentes del depósito de arenas en ambientes continentales durante la primera fase del periodo Triásico (Buntsandstein). S

Losas de rodeno en el monte Castelfrío

En el entorno de la cima y en las laderas de una amplia red de elementos defensivos militares construidos por el ejército republicano durante la Guerra Civil. Encontraremos observatorios, un búnker y varias líneas de trinchera defendidas por el ejército repúblico durante la Ofensiva de Levante.

Batería antitanque situada a las afueras de El Pobo, repeliendo un contraataque de blindados republicanos, al poco de ser tomada la población por las tropas franquistas. (Fuente: Biblioteca Nacional, Madrid). Ilustraciones extraídas del libro «La batalla por Valencia, una victoria defensiva» de E. Galdón

El siguiente geocache se encuentra en el entorno del pueblo. Muy cerca del peirón de Santa Bárbara.

Este peirón marcaba el antiguo camino de El Pobo a Teruel por el paso de Portichuelo. Es de nuevo un peirón de sillares apeado sobre dos plintos de piedra que le sirven de base. Su fuste es recto rematándose en la parte superior con un conjunto de potentes molduras y un pináculo. Todas sus caras están decoradas con tallas de motivos en forma de pendones textiles en la parte superior del pilar. La parte superior de su cara principal se abre una hornacina en forma de concha donde se alojaría la imagen original de Santa Bárbara, cuenta hoy con una placa cerámica en color.

El siguiente geocache está en el entorno de la cumbre del monte Hoyalta.

La sierra de El Pobo es una prolongación septentrional del macizo de Gúdar. Su altitud, longitud y su orientación sur-norte influyen en el medio natural y también el carácter de las gentes en un amplio territorio del sur de Aragón: los que miran hacia el valle y los que miran hacia la sierra.

Este relieve secciona en dos la cuenca hidrográfica del Alfambra: el Alto y el Bajo Alfambra. Dos territorios con personalidades propias.

Es un macizo calcáreo con relieves desiguales en sus dos vertientes. Más acusados hacia el Bajo Alfambra, desde donde se percibe altivo. Más suaves desde el Alto Alfambra, donde tiene un aspecto masivo. Sus cimas, las dos Hoyaltas, son unos miradores privilegiados de las montañas del sur de la cordillera Ibérica. Y una referencia para las gentes que viven en varias docenas de pueblos.  

Antaño poblado por pinares, carrascales y sabinares, la sierra de El Pobo fue deforestándose desde la Edad Media por la demanda de pastos para la cría de ovejas, actividad auspiciada por la monarquía aragonesa. Los bosques se transformaron en unos pastizales, salpicados de enebros y chaparras, que se extendían desde el puerto de Cabigordo hasta el cerro Batiosa. El actual es un paisaje histórico

Es un medio difícil para la vida, sometido a un clima muy frío y seco, en el que, además, la escasa agua se infiltra entre las fisuras de la caliza o se evapora por el viento.

Es un paisaje que ofrece una belleza rotunda, que emociona y que promueve la introspección por su soledad y silencio. Un paisaje para espíritus recios.

En estos cabezos han encontrado su hábitat comunidades biológicas propias de las altos páramos ibéricos. Con plantas tan singulares como Erodium celtibericum, un geranio rastrero endémico y amenazado, de distribución muy restringida. Con mariposas, como la montañesa primaveral, endémica del Mediterráneo occidental, o como la apolo, que tiene en esta sierra una de sus mejores poblaciones europeas. O aves esteparias, como la alondra-ricotí, el alcaraván o la ganga ortega, en su límite altitudinal peninsular y en una muy delicada y comprometida situación en cuanto a su conservación.

Alcaraván o chorlito de monte

Pero también ha sido el escenario cotidiano de generaciones de labradores y pastores que han aprovechado los recursos naturales forjando una cultura inmaterial que ha quedado plasmada en el paisaje.

El punto más elevado de la sierra de El Pobo y de la comarca Comunidad de Teruel es Hoyalta, cuya cima se ubica a 1760 metros sobre el nivel del mar.

El ascenso puede hacerse con vehículo, aunque puede haber momentos en los que el camino no esté en buen estado por la lluvia o nieve. Con más tiempo, puede realizarse siguiendo el sendero PR-TE 147 Sierra de El Pobo-Hoyalta, un recorrido lineal de casi 7 km de longitud.

El penúltimo geocache de esta serie se encuentra en la margen derecha del río Seco: en el barranco de los Rodeos.

Se accede desde el núcleo urbano de El Pobo. Frente a la cruz de término y a los restos del viejo olmo, sale una pista que acerca a la masía de Santa Ana. Algo antes de alcanzarla debe tomarse un desvío a la derecha para seguir una pista que pasa entre campos de cultivo, deja a nuestra derecha el manantial de Villar del Ánsara y alcanza el cauce del río Seco.

La pista lo cruza y remonta por el barranco de los Rodeos. Ya estamos.

Un modesto arroyo se abre paso entre los bloques rocosos. Los estratos están dispuestos casi horizontalmente y ofrecen pequeños obstáculos al curso del agua alternándose los saltos, las pozas y los rápidos.

En la margen derecha del barranco se aprecian los pequeños escarpes abiertos por la erosión sobre bancos de calizas.

En esta partida afloran margas y calizas depositadas en ambientes litorales durante el Jurásico Medio. Las margas son los materiales terrígenos que están cubiertos por prados. Las calizas, más duras corresponden a los peñascos que forman los cantiles.

Esta alternancia de rocas de diferentes dureza ha favorecido, por un lado, la incisión del barranco. Por otra parte, la erosión lateral de las margas socava la base de las calizas (muro) e inestabiliza los estratos produciéndose entonces desprendimientos.

Al desmantelarse las calizas de cobertera y dejar a la intemperie las margas, algunos restos de aquellas han resistido la erosión y forman unos pináculos romos que recuerdan a un hongo o a una hamburguesa.

El barranco de los Rodeos, en el primer plano a la derecha. El valle del río Seco coincide con los terrenos cultivado. Al fondo, a la derecha, la Muela de la Umbría de Ababuj y Aguilar del Alfambra.

Se trata de una particular forma de modelado kárstico que crea un paisaje armonioso y de una sobria belleza.

En esta zona se encuentra el siguiente geocache, que contiene lápiz y objetos para intercambiar, pero por si acaso no olvides llevar útil de escritura.

El último geocache, ¡por fín!, se encuentra aguas abajo del barranco de los Rodeos. Está en los alrededores de la masía de Berna.

La masía, el mas o la masada es un tipo de construcción rural muy extendido en las Tierras Altas de Teruel, especialmente en las sierras de Gúdar, Maestrazgo y las Cuencas Mineras, pero también en el Matarraña y el Bajo Aragón. Son unidades agropecuarias completas, puesto que suelen ubicarse en torno a las tierras que trabajan y a los pastos que aprovechan. De esta forma, en las zonas más montañosas encontraremos masías con clara vocación ganadera, rodeadas de pastos, mientras que en las zonas que los suelos permiten la agricultura, tienen una combinación entre agricultura y ganadería. Suelen estar compuestas por un edificio residencial donde vive la familia que trabaja la explotación y otros edificios anexos como cuadras, pajares y graneros.

El mas de Berna es una masía mixta con abundantes tierra de labor en el entorno del río Seco y extensos pastos en los montes del entorno. Se ubica en la confluencia del barranco del Rastrojo con el Río Seco, lugar en el que destacan los resaltes rocosos frente a la planicie de la gran depresión o valle que forma el río Seco en el término municipal de El Pobo.

El geocache se encuentra en el entorno natural de la masía. Es un paraje muy bonito.

Este el el último de la Ruta de Geocaching de El Pobo. Esperamos que lo hayas pasado muy bien y que hayas descubierto nuevos parajes y monumentos.