PUEBLOS PEQUEÑOS, GRANDES INICIATIVAS POR EL PATRIMONIO CULTURAL DE NUESTRO TERRITORIO
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA RUTA DEL BARROCO DEL ALTO ALFAMBRA
El sábado 24 de julio fue un día caluroso pero resultó muy agradable y productivo para las más de cien personas personas que acudimos a la propuesta de los Ayuntamientos de Jorcas, Camarillas y Galve como actividad del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Enhorabuena y gracias porque, “como quien no quiere la cosa”, han marcado un modelo y una pauta, que puede parecer “pequeña” pero que es muy importante, de verdadero Turismo Cultural, sostenible, intermunicipal y socialmente responsable, dirigido ante todo a sus vecinos como primeros y principales receptores, partiendo de su entorno, sin apenas coste económico pero con esfuerzo, valor formativo de calidad y una voluntad a prueba de bomba. Por eso queremos agradecer la idea en primer lugar a los alcaldes de estos tres pueblos y paralelamente al Parque Cultural que la organizó y materializó.
Y decimos “como quien no quiere la cosa” porque pese a su aparente sencillez formal, es una propuesta muy meditada y una pauta valiente, casi casi “revolucionaria”, con trasfondo y objetivos. La “excusa” fue el Barroco que a lo largo de los siglos terminaron acogiendo la iglesia de Jorcas, el santuario de la Virgen del Campo en Camarillas y la grandiosa iglesia de Galve. Imaginar lo que en otro tiempo lucieron, cada una en su estilo y magnificencia, pero la ignorancia y la opresión social destruyó, saber su gran valor emocional y artístico y, sobre todo, mostrar el grave deterioro en el que tras ochenta y dos años de “paz” se encuentra casi todo lo que pudo salvarse de la destrucción da mucho en qué pensar, conversar e incluso mover “los adentros” individuales y preguntarnos ¿Qué podemos y debemos hacer de hoy en adelante?
Hablamos de propuesta valiente y “revolucionaria” porque lo de aquel sábado es una llamada de atención, respetuosa pero evidente y firme, para la Administración e instituciones propietarias sobre la existencia de este Patrimonio Cultural, su incontestable valor (que debido al lamentable estado apenas se vislumbra) y sobre su responsabilidad legal por la penosa situación en que los tres tesoros se encuentran. Como escribió Gramsci y antes que él otros, Hoy lo verdaderamente revolucionario es decir la verdad. Mostrar y conocer los tres lugares “como están”, sin negarlos ni esconderlos no admite disfraces y menos cuando se unen otras circunstancias. Ante estos tres monumentos –estén o no tipológicamente categorizados- se alza la verdad, transversal como una cadena indivisible que o impulsa el desarrollo o hunde en la dejación.
Lo que recorrimos el sábado gracias a la iniciativa de los Ayuntamientos, es una clamorosa petición de auxilio poniendo frente a los ojos de propios y extraños lo que se tiene, como está y lo que necesitan sin dilación no solo los edificios y sus entornos por sí mismos sino por todo aquello que esa labor significa para el desarrollo sostenible y racional de estos territorios tan frágiles y amenazados: demografía, empleo, calidad y condiciones de vida de sus habitantes y paisajes. Es mostrar la verdad sin paliativos además de muchas otras verdades que vienen a la mente mientras los miramos: es tomar conciencia de algo que a lo largo de décadas, por dejación y falta de “intereses” ha estado negándose a estos pueblos: las posibilidades de estabilidad y desarrollo, parte de su “pan y su sal”.
No afrontar valientemente la conservación del importante Patrimonio que tenemos y continuar amparándose y conformándose en la manida frase del “No hay dinero” aun siendo cierta, ya no sirve. Es la hora urgente e imprescindible de hacer lo contrario: acometer con toda seriedad la labor de conservación y restauración integral que cada uno de ellos merece para corregir fallos cometidos en otras épocas de acuerdo al mayor nivel de conocimientos y progreso actual porque ética, intelectual, económica, social e incluso políticamente, es en territorios como estos donde hay que echar el resto. Y esa responsabilidad corresponde a la Administración y a la Iglesia como propietaria de los inmuebles que son quienes gestionan y reparten, entre otras cosas, el dinero. No hacerlo, lo pinten con la palabrería que lo pinten, es continuar obstaculizando el deseado desarrollo sostenible y equilibrio territorial aquí. Empobrecernos y empobrecer Aragón.
Pero ¡ojo! la visita de aquel sábado también fue una llamada de atención a cada uno de los ciudadanos que vivimos y venimos a estos pueblos: una llamada a la responsabilidad activa con esta tierra. Porque debemos ser conscientes que pasó el “tiempo de los lamentos pasivos” culpabilizando a “lo que no hacen” sin mover ninguno de nuestros dedos. Ahora, con la Ley en la mano estamos en nuestro derecho y también en la obligación de participar activamente siguiendo los procedimientos legales, para hacer llegar y exigir a la Administración y propietarios la consolidación, conservación y puesta en valor de nuestro patrimonio común, con algo que todos podemos procurar haciendo piña una y otra vez hasta conseguirlo: respaldando y colaborando con cada Ayuntamiento haciéndole saber nuestra conformidad, estando a su lado sin cesar por todos los medios a nuestro alcance.
Sin duda nos admira ver cómo está el Patrimonio de otros sitios en Europa por los que también pasó una guerra tan destructiva o más que la nuestra. ¿Por qué aquí no? Belén Boloqui, que fue catedrática de Arte en la Facultad de Educación de Zaragoza y actualmente presidenta de la Asociación Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (APUDEPA), nos explicó la historia y características de cada uno de los tres tesoros, pero también en qué consiste esa doble “responsabilidad” de unos y otros.
No es solo cuestión de dinero, es también –sobre todo– cuestión de actitud, autoestima, conocimiento de nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos para exigir a los poderes fácticos la puesta en marcha sin más dilación del riguroso cumplimiento de unas Leyes para este Patrimonio Cultural. Solo conociendo los lugares, su valor y sus posibilidades, interesándonos por lo que dicen las Leyes seremos capaces de pedir responsabilidades para su cumplimiento y contestar con argumentos suficientes sin callar mansamente ante una respuesta cómoda y manida. Tenemos la suerte de poder dialogar a cualquier hora directamente con nuestros alcaldes, acudir a las asambleas municipales para escuchar e intercambiar ideas u opiniones, contribuir a la mejora de nuestras localidades, hacer que se sientan escuchados, entendidos, respaldados y reconocidos. Ese es nuestro compromiso; nuestra firma y respuesta de unión.
Nos gustaría pensar que la iniciativa cohesionadora intermunicipal del Ayuntamiento de Jorcas, Camarillas y Galve es una línea positiva, enriquecedora para todos. Han demostrado ser COMPETENTES, muy, muy competentes, no COMPETITIVOS. Son un ejemplo de realidad, imaginación, voluntad, buena convivencia y generosidad: de amor sin duda. Saquemos pecho los pequeños pueblos por actuaciones como esta, MODELO de buen hacer siguiendo las Leyes, el sentido común, la economía de medios y el amor por sus respectivos municipios. Apoyémosla.
Lucía Pérez García-Oliver