SIGUIENDO A LA GENCIANA AZUL
Comienza el seguimiento demográfico de Gentiana acaulis
La genciana azul, conocida también como cluchito en el Pirineo Aragonés y de nombre científico Gentiana acaulis, es una planta muy singular.
Es una hierba que vive varios años. Tiene unas hojas largas pero relativamente anchas, de aspecto tiernas y carentes de pelillos que se agrupan entre sí y nacen todas ellas al nivel del suelo. Las flores tienen las piezas en múltiplo de cinco. La corola presenta cinco lóbulos de agudo extremo que están soldados entre sí ofreciendo en conjunto un aspecto acampanado.
Vive en prados y claros de bosque sobre sustratos húmedos y silíceos o calizos bien lavados en montañas en un rango de altitudes comprendido entre los 1.400 y los 2.250 m.
Esta genciana es propia de la región Eurosiberiana creciendo prósperas poblaciones en los Alpes, Cevennes, Balcanes y Pirineos. En la península Ibérica, además de en esta última cordillera, se conocen dos poblaciones disyuntas. Una en la Cantábrica (Castro Valnera) y otras en la Ibérica (sierra de Gúdar).
La población de la sierra de Gúdar fue localizada por Rivas Goday y Borja en 1961 quienes la citaron como una Gentiana neumonanthe var. latifolia, una especie parecida. Aguilella y Mateo la encontraron en el Collado de la Gitana (Alcalá de la Selva) y en el Alto del Puerto de Valdelinares, citándola como Gentiana acaulis, denominación confirmada en estudios posteriores.
Buscando hongos en primavera del 2017, Demetrio Vidal localizó una población en la cabecera de la val de Sollavientos, cerca del Puerto de Valdelinares. Acompañándole durante una jornada de seguimiento de la campanilla de invierno en Cedrillas, me comentó su hallazgo y me propuso que participara en la «Red de seguimiento para especies de flora y hábitats de interés comunitario en Aragón» (LIFE12 NAT/ES/000180 RESECOM), programa que ya conocía sobre el terreno por el seguimiento que realizaba Ángel Marco sobre Erodium celtibericum en el entorno de Castelfrío y el Puerto de Cabigordo.
El periodo de floración de esta especie en Sollavientos era una incertidumbre. La primavera venía muy tardía el año pasado así que dejamos para finales de mayo la visita al paraje.
Recorrimos el Puerto de Valdelinares y encontramos unas poblaciones discretas. Nos adentramos en el Recuenco, una especie de anfiteatro que se abre en la cabecera del Sollavientos y encontramos numerosas poblaciones con muchos ejemplares. Estaban en plena floración.
La población de genciana azul de la sierra de Gúdar tiene un gran interés. Por varias razones. Por una parte, se encuentra en el límite biogeográfico meridional y por encontrarse aislada de las pirenaicas y cantábricas. Por otra parte, por su vulnerabilidad ante el incremento medio de las temperaturas por hallarse en su límite ecológico. Y, finalmente, por ser un relicto de las poblaciones que quedaron aislados al cabo de la última glaciación.
Merecía la pena hacerle caso a Demetrio.
Mientras tanto habíamos contactado con las personas responsables de la «Red de seguimiento para especies de flora y hábitats de interés comunitario en Aragón». Begoña García, la coordinadora mostró interés en poner en marcha una parcela de seguimiento en la val de Sollavientos.
Quedamos para la mañana del 5 de junio. En Allepuz se personaron Begoña García y José Luis Silva con la finalidad de conocer y caracterizar el paraje, establecer las parcelas de muestreo y enseñarme la metodología.
Se establecieron cuatro transectos. Dos de diez, otro de cinco y un último de dos metros. Entre los dos extremos de cada uno se trazaba una cuerda tensa y entonces se disponía Para realizar el recuento de individuos se utiliza cuadrado de 20 cm x 20 cm, conseguido con regla de carpintero, el cual se iba colocando a ambos lados de la cinta y de forma continua a lo largo del transecto.
Se registraban tanto los individuos reproductores (con flor fresca o marchita) …
de los vegetativos, es decir, de aquellos ejemplares que no habían llegado a florecer …
… anotando en cada cuadrícula el número de cada uno de ellos.
En algunas eran tan numerosos que para no repetirlos a la hora de contarlos, se marcaban pinchando un palico junto a cada ejemplar.
José Luis comenzó a enseñarme y pronto me puse a ello, aprendiendo a reconocer las plantas vegetativas de genciana azul y a diferenciarla de las de ciertas orquídeas. Y a que no se escapen del recuento las pequeñas plántulas. Parece que un cuadrado de 20 x 20 cm es una superficie pequeña, pero mirando con atención en toda una espesura de hierbas.
Nos llevó toda la mañana. Al cabo ya teníamos el primer dato. En la totalidad de 270 cuadrículas (10,8 metros cuadrados) se contabilizaron para 2018 901 ejemplares, siendo de ellos 280 reproductores y 621 vegetativos.
La próxima primavera volveremos a estimar el efectivo de la población.