VISITA DE MARC VILLAR

DEL INSTITUT NATIONAL DE LA RECHERCHE AGRONOMIQUE

Marc Villar es el director de investigación de la Unidad Mixta de Investigación Integrada para la valorización de la diversidad arbórea y forestal (UMR Bio ForA) que reúne competencias en Genética, Genómica y Fisiología aplicadas al estudio de los árboles forestales. Esta unidad está vinculada al Departamento de Ecología de los Bosques, Praderas y Medios Acuáticos del Institut National de la Recherche Agronomique (INRA).

La línea de investigación de Marc Villar es la diversidad genética, la adaptación y los impactos de los factores ambientales (dinámica sedimentaria, temperatura, agua) sobre la conservación in situ de los recursos genéticos del chopo negro europeo (Populus nigra L.).

Además, es un especialista en la historia y los múltiples usos del chopo negro en las campiñas francesas. De hecho, el próximo 6 de mayo y organizada por la asociación Arbre et Paysage 32, impartirá sobre la conferencia «Peupliers et societés» a la que se puede asisitir on line de forma gratuita (inscripción en este enlace).

Conocedor de la existencia de los chopos cabeceros en el sur de Aragón, hace unas semanas se puso en contacto con nosotros para visitar el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

El pasado miércoles dedicamos una mañana a recorrer la ribera del Alfambra, desde Allepuz hasta Galve, para interpretar la historia de los usos del chopo negro en este territorio, para conocer las iniciativas que se están poniendo en marcha y sobre todo, para conocer las características específicas de estos árboles.

En Europa la mayor parte de las subespecies o variedades autóctonas del chopo negro europeo se encuentran afectadas por introgresión genética bien como consecuencia de la introducción de cultivares de la especie, como el chopo lombardo, o de especies exóticas como el chopo negro americano o de Virginia (Populus deltoides) y de cualquiera de sus numerosos híbridos (Populus x canadensis).

Los chopos cabeceros que podemos encontrar junto a los ríos de la cordillera Ibérica pueden llegar a tener doscientos años de vida. Proceden de la plantación de esquejes en las riberas por los campesinos para la obtención de diversos productos (madera de obra, leña y forraje) y servicios (protección de linderos). Esquejes que fácilmente procederían de otros chopos preexistentes. Es decir, linajes antiguos. Genotipos más próximos a los de los chopos negros ibéricos primigenios. Pero, sabemos poco sobre este aspecto.

La primera impresión que se llevó Marc fue la de que este los chopos (negros) cabeceros del Alto Alfambra tienen una cierta variabilidad genética, a juzgar con la presencia común tanto de ejemplares machos como de hembras (en otros territorios solo hay individuos del mismo sexo) y por la diferencia en el ritmo de floración y de producción de la hoja, al ser estos rasgos determinados genéticamente.

Recogió también muestras de varios ejemplares veteranos a lo largo de la ribera …

… para analizar y establecer sus rasgos genéticos en su laboratorio. Es una oportunidad para conocer más sobre la historia de estos árboles en este valle.

¡Muchas gracias por tu interés, Marc!