CAMPO DE MONTEAGUDO. AÑO 1191

UNA BATALLA QUE PUDO CAMBIAR EL CURSO DE LA HISTORIA

El pasado día 21 de agosto, el investigador y doctor en historia, José Luis Castán Esteban impartió una conferencia en la localidad de Monteagudo del Castillo, que versaba sobre la batalla que tuvo lugar en el año 1191 en el Campo de Monteagudo entre las tropas aragonesas y las castellanas.

Voy a tratar de sintetizar el contenido de la charla para que el lector pueda comprender con mayor agilidad la relevancia de un hecho histórico poco conocido, y en consecuencia poco estudiado.

El libro más antiguo que habla sobre la misma, es la Crónica de los Jueces de Teruel, donde se dice que “fue la batalla de las matanzas del campo de Monteagudo, fue preso D. Pero Bermudez y fueron vencidos los castellanos”.

Para entender el motivo de la batalla, es importante analizar el contexto histórico de la época.

Años antes de ésta, el territorio del reino de Aragón abarcaba desde los Pirineos, hasta lo que actualmente es la provincia de Zaragoza.

Desde Albarracín hasta el sur, prácticamente hasta Murcia, pertenecía a Mohamed Ibn Mardanis, también conocido como el Rey Lobo de Murcia. Su reino llegaba prácticamente hasta Tortosa, Albarracín, Valencia, Murcia, y gran parte de Andalucía. Y lindaba con el califato Almohade, con un planteamiento religioso más integrista que el rey Lobo de Murcia.

Por otra parte, las relaciones entre los reinos de Aragón y Castilla, eran cambiantes, unas veces eran amigos y otros enemigos, pero lo que les unía era la reconquista de lo que quedaba de Al-Andalus.

En aquella época, Alfonso I era el rey de Aragón, de Pamplona y rey consorte de Castilla, en este último caso, a consecuencia de su matrimonio con Dª Urraca, reina de Castilla.

Por lo tanto, el hijo de ambos hubiera sido el heredero de todo, si el Rey Alfonso I no hubiera repudiado a Dª Urraca.

El Rey de Aragón no tuvo hijos, y murió en Fraga luchando contra los musulmanes. Su deseo fue que el Reino de Aragón fuera heredado por las órdenes militares, cosa que no fue del gusto ni a aragoneses y ni a navarros.

Los navarros, nombraron a otro rey, y desde entonces, forman dos reinos distintos. En cambio en Aragón, heredó el reino el hermano del difunto rey, Ramiro II de Aragón, también conocido como “el Monje” o el «de la Campana”. Ramiro II contrajo matrimonio con una viuda, y de dicha unión, tienen a Dª Petronila.

Petronila se casa con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. En el contrato matrimonial, el Conde de Barcelona, prestó juramento y homenaje a Aragón, vasallaje a Aragón a cambio de ser gobernador del reino de Aragón.

El hijo de ambos, iba a ser rey titular de los dos territorios. Se conformaba el escudo de la familia Aragón.

Pero volvamos, a la situación del territorio de Teruel en aquel momento. El rey Alfonso II, hijo de Ramón Berenguer IV, y Dª Petronila, también conocido como “el Casto”, o “el Trovador”, otorga el Fuero de Teruel, donde se dispone que cualquier persona o familia que repueble los territorios de frontera entre los cristianos y los musulmanes, sería libre y no pagaría ningún impuesto.

A raíz del Fuero de Teruel, se repueblan muchas zonas, tal es el caso, del Castillo de Montagod.

El cerro donde se encuentra actualmente, el Castillo de Monteagudo, era un punto importante para controlar los valles. Los repobladores eran campesinos adiestrados en el arte de la guerra y muy sanguinarios.

Cantavieja se cede a los caballeros hospitalarios, y Alfambra a la orden de Sta. María de Montegaudio, por lo tanto, el territorio se repuebla con almogáraves y caballeros cristianos.

El reino musulmán de Albarracín, no será ni para Castilla ni para Aragón, ya que Muhámmad ibn Mardanís, el rey Lobo de Murcia, se lo cede a un caballero Navarro, D. Pedro Ruiz de Azagra, y conforma un estado independiente, hasta cien años después que se conquista por Aragón.

Posible representación del rey Lobo de Murcia

En esta época convulsa, dos son los tratados que se firman para repartirse el territorio peninsular.

El primero es el Tratado de Sangüesa, entre Aragón y Navarra en el año 1168, donde consta que el territorio del Campo de Monteagudo debía ser conquistado por el Rey de Aragón.

El segundo, que tiene lugar doce años antes de la batalla del campo de Monteagudo, es el tratado de Cazola y lo suscriben Aragón y Castilla, donde se dispone que de Alicante hacia el norte sería para Aragón mientras que los territorios al sur serían para Castilla.

No obstante, los castellanos argumentaban, que como el Cid Campeador había pasado por estos territorios en su conquista de Valencia, los mismos pertenecían a Castilla también.

En el año 1191, Aragón y Navarra, que se disputan con Castilla, Logroño, invaden el reino de Castilla, y a consecuencia de ello, los castellanos responden.

Crónica de San Juan de la Peña

Y aquí está el quid de la cuestión, las tropas de Alfonso VIII de Castilla invaden y saquean el reino de Aragón.

Para el ponente, la batalla del Campo de Monteagudo, debió de producirse en la ladera del castillo, con las tropas aragonesas y catalanas escondidas detrás del castillo, y esperando la llegada de los 8.000 infantes castellanos que venían desde Teruel.

Los aragoneses y catalanes plantaron batalla con la caballería ladera hacía abajo del castillo, siendo los almogávares los que frenaron con sus picas a los castellanos.

Las tropas aragonesas estaban mejor pertrechadas que las castellanas, ya que estaban influenciadas por los caballeros del sur de Francia.

Fuera o no así la contienda, lo cierto es que las crónicas narran que en la misma se apresó a D. Pedro Bermudo, general castellano, y sobrino del Cid Campeador, que tenía en su poder la famosa espada conocida como Tizona.

El nieto de Alfonso II, Jaime I El Conquistador, ya aparece con la Tizona, y de forma sucesiva, es la espada de todos los reyes de Aragón.

No se sabe a ciencia cierta, si la espada llegó a manos de los reyes de Aragón a consecuencia de la batalla del campo de Monteagudo, pero el ponente cree que así fue.

La charla nos descubrió una parte de la historia poco conocida, y a la que hemos de dar la importancia que se merece, ya que tal y como dijo José Luis Castán, si este territorio hoy es aragonés fue sin lugar a dudas gracias a esa batalla.

A parte de la conferencia en sí, que tuvo una importante aceptación por parte del público asistente, gracias al dinamismo con el que fue expuesta, es relevante también el conocimiento que aportó a Monteagudo, ya que abrió las puertas para la revalorización histórica y cultural en el municipio.

Hoy, somos conocedores que una importante batalla tuvo lugar aquí en el año 1191 contra los castellanos, y también lo somos, de las consecuencias que se hubieran originado en el devenir de la historia, si Aragón hubiera perdido la contienda.

Todavía queda mucho por descubrir en relación a la misma, pero es un paso reseñable para recuperar nuestro pasado, y aprender del mismo.

Pablo Guillén Campos (Asociación Cultural y de Festejos Populares de Monteagudo del Castillo)

¡BRAVO AL CAMPO DE MONTEAGUDO!

¡Bravo al campo de Monteagudo!

Hidalgo, escudero, o niño, empuño espada 

Unióse todo valiente aragonés

presentando singular batalla

para  defensa de esta tierra es

Castilla  como propia la quiere

Aragón por ella se bate y muere

 Su furia desata

y a las huestes de Castilla mata y mata.

¡ Ya huyen por el barranco tus huestes Pero Bermudo

dejándote solo con tu Tizona luchando!

Espada jamás doblegada

y por recios brazos siempre portada

Aquí, con honra se  rinde Tizona

la espada del mundo faraona

Para  Monteagudo fama

Para Aragón gloría

Para la historia Memoria

Eliseo Guillén Daudén