DÍA INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS 2022
HOYALTA, LA OTRA GRAN CIMA DEL ALTO ALFAMBRA
En 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el 11 de diciembre como Día Internacional de las Montañas. Esta entidad, desde entonces, alienta a la comunidad internacional a que organice actividades durante ese día para destacar la necesidad del desarrollo sostenible en las regiones montañosas.
El Alto Alfambra es un territorio montañoso. Se encuentra en el sector meridional de una larga y compleja unidad orográfica: la cordillera Ibérica.
Hacia el sur, en su cabecera, se levanta la sierra de Gúdar, coronada por el monte Peñarroya, la cima más elevada de la cordillera Ibérica meridional y también del sur de Aragón. En 2021, por estas fechas, dedicamos un artículo a dicha montaña.
Del noroeste de la sierra de Gúdar arranca un relieve que mantiene dirección sur-norte. Es la sierra de El Pobo. Se inicia en el puerto de Cabigordo y termina en los estrechos de los ríos Altos, en Galve.
De hecho, este alargado relieve obliga al río Alfambra, en su cabecera, a seguir igualmente un trazado sur-norte , cambiando de sentido (en Galve) cuando se abre paso en dicha sierra y se dirige hacia el sur en busca del río Guadalaviar, en el entorno de la ciudad de Teruel y formar entonces el Turia. Por ello, la sierra de El Pobo separa el Alto Alfambra (este) del Bajo Alfambra (oeste).
El monte más destacado de la sierra de El Pobo es Castelfrío (1.757 m).
Queda aislado de otros montes cercanos y resalta cuando se asciende el puerto de Cabigordo desde Teruel o cuando se encamina el viajero hacia este paso desde El Pobo pues la carretera pasa a sus pies. Sin embargo, no es el monte más alto de la sierra.
No todo el mundo conoce que la cima de la sierra de El Pobo no es Castelfrío sino que es el monte Hoyalta. Por poco, pero así es. Bueno, las Hoyaltas. La Hoyalta Baja tiene una altitud de 1.759 m mientras que la Hoyalta Alta, separada de la anterior tan solo 590 m, alcanza los 1.760 m de altitud. Ambas cimas forman parte de un masivo y compacto macizo de suaves formas que le resta esbeltez y altivez a esta sierra.
Sin embargo, esta sierra en general y el monte Hoyalta en particular, a pesar de estar rodeada por territorios situados a una notable altitud (altiplanos) es visible desde una amplísima porción del territorio turolense, desde la sierra de Gúdar hasta las serranías montalbinas, desde sierra Palomera hasta el Maestrazgo más occidental. Forma parte de la silueta del paisaje en el corazón de la provincia de Teruel.
Hoyalta, como toda la sierra de El Pobo, es un paraje de un gran interés natural y cultural. Reúne muchas historias que pueden leerse recorriendo estos montes e interpretando las múltiples pistas que ofrece en sus paseos.
Es un relieve que muestra vestigios de un paisaje de unos diez millones de años. Es el resultado de una larga pugna entre los procesos erosivos que arrasaron los relieves creando una serie de planicies y los procesos tectónicos que levantaron enormes porciones de la corteza terrestre. Este equilibrio se quebró definitivamente cuando se elevaron los macizos de Gúdar y de Javalambre y se dibujó la actual red fluvial, la cual fue encajándose a lo largo del Cuaternario.
Las vicisitudes del joven río Alfambra, la gradual profundización de su cauce y las consecuencias de la desigual resistencia a la erosión de los diferentes materiales geológicos se comprende muy bien en este artículo.
Esta montaña, también, alimenta al río Alfambra a través de una serie de arroyos temporales que vierten en el río Seco, uno de sus principales afluentes, y que nace a los pies del monte Castelfrío.
Las cimas de esta sierra encierran también la historia de los cambios climáticos ocurridos a lo largo del Cuaternario y su influencia en los seres vivos. Las diversas glaciaciones y los periodos templados que los sucedieron afectaron a la superficie terrestre cambiando la composición de la vegetación. Y fueron el motor de la formación de nuevas especies tras el aislamiento de poblaciones que quedaron acantonadas en estas montañas. Es el caso de Erodium celtibericum, un geranio silvestre que encuentra su hábitat en las cimas del sur de la cordillera Ibérica. Una especie de gran interés científico y que se encuentra muy amenazada, como ocurre a otras especies de alta montaña, por el calentamiento global y por la transformación de su hábitat. Iniciativas de ciencia ciudadana (Life RESECON) hacen el seguimiento de las poblaciones de esta planta en la sierra de El Pobo.
Estas montañas encierran los prolongados e intensos esfuerzos por transformar los bosques en pastizales de uso ganadero en tiempos históricos. Las Ordinaciones de la Comunidad de Aldeas de Teruel recogen con preocupación ese proceso deforestador cuya fuerza motriz se encontraba en la importancia económica de la producción de lana y, en menor medida, en el el hambre de suelo agrícola. Y que, incluso se plasma en el blasón de alguna familia de El Pobo.
Los extensos páramos que actualmente se encuentran en la sierra de El Pobo, no son más que el resultado de la tala de unos bosques primigenios que probablemente serían muy similares a los que actualmente pueden encontrarse en el entorno del puerto de Cabigordo: pinares de pino royo o albar (Pinus sylvestris) y de pino gargallo o negral (Pinus nigra). Y de la pérdida de suelo forestal que se produjo a continuación al perder la cubierta vegetal que lo protegía.
Unos bosques que, progresivamente aclarados mediante talas y el sobrepastoreo, fueron transformándose primero en pastos arbolados salpicados por pinos, chaparras y enebros (como puede verse en la cabecera del barranco Hondo de Cedrillas) y con el tiempo y la sobrecarga ganadera en pastizales formados por pequeñas matas y céspedes y hierbas, plantas bien adaptadas al diente de la oveja.
La actividad ganadera estaba centrada en la cría de corderos y en la producción de lana. Sobre ella pilotó buena parte de la sociedad y de la economía serrana desde la baja Edad Media hasta hasta la mitad del siglo XX.
La importancia del comercio de la lana y de los paños elaborados en la sierra fue tal que motivó la construcción de unos hitos que impidieran el extravío de los arrieros, ganaderos y otros viajeros y comerciantes al final de la Edad Moderna, en plena Pequeña Edad del Hielo, y en un momento histórico en el que la economía comarcal aún mantenía su pujanza. En las faldas de la sierra de El Pobo aún se yerguen estos hitos. Forman parte del Camino de los Pilones.
Esta historia de transformaciones ecológicas de origen humano es también la historia los cambios en la distribución geográfica de muchas especies de insectos, en especial de mariposas, como la montañesa primaveral (Erebia epystigne) o la apolo (Parnassius apollo), la cual tiene en la zona una de las mejores poblaciones de la península Íberica. Este tipo de especies tuvieron su prosperidad durante las glaciaciones, episodios fríos y secos que barrieron del interior peninsular a los bosques de hoja plana y que favorecieron a los enebrales y sabinares abiertos en donde prosperaron estas especies propias de ambientes abiertos.
Igualmente favorecieron a algunas especies de aves propias de ambientes esteparios, como la churla o ganga ortega (Pterocles orientalis) …
o el rocín o alondra ricotí (Chersophilus duponti) …
Las poblaciones de estas especies que habitan en los rasos y en las labores que hay en la vertiente pobina del monte Hoyalta son, seguramente, las situadas a mayor altitud en la península Ibérica -y de Europa- lo que les confiere una gran interés biogeográfico, además de conservacionista por tratarse de especies que se encuentran en peligro de extinción en España.
Estamos hablando de un caso más de cómo la actividad humana, modificando ecosistemas y manejando los sistemas agrarios, ha creado unos agroecosistemas favorables para algunas especies de una gran singularidad en el marco europeo.
También Hoyalta encierra historias muy dramáticas como las que acontecieron en la primavera de 1938 durante la Ofensiva de Levante en la Guerra Civil Española. Sus laderas están sembradas de parapetos defensivos o de trincheras excavadas por el ejército republicano para intentar frenar el avance del franquista, tanto por el oeste (desde Escorihuela) como por el norte (desde Ababuj y Galve).
También Hoyalta es un espacio para el ocio y el deporte. En sus inmediaciones se encuentra la rampa de lanzamiento de la zona de vuelo libre Escorihuela-El Pobo que utilizan los aficionados al parapente y otras modalidades deportivas afines.
Y, en breve, será una ruta senderista (sendero de pequeño recorrido) que, partiendo del núcleo urbano de El Pobo y remontando por el barranco del Chorrillo, ascenderá hasta la cresta de la sierra y las cimas de las dos Hoyaltas.
Pero las montañas también están sometidas a las transformaciones que ocasionan la sociedad y el modelo económico actual. Incluso Hoyalta. La expansión de las energías renovables se concreta en la sierra de El Pobo en el proyecto del Parque Eólico Hoyalta, actualmente en estudio. Consta de diez aerogeneradores repartidos en torno a la divisoria de aguas. Las vías de acceso a crear, las obras necesarias para cimentar y la gran altura que alcanzarán las respectivas torres y palas (superior a los 200 m) modificarán profundamente el entorno de la sierra y la perspectiva de la misma.
El Día Internacional de las Montañas 2022 y el tema elegido por Naciones Unidas «Las mujeres mueven montañas» es una oportunidad para promover la igualdad de género y, por tanto, contribuir a mejorar la justicia social, los medios de vida y la resiliencia.
También en el Alto Alfambra el papel de la mujer en la sociedad y en la economía es clave. Queremos terminar este artículo con un reconocimiento y con una imagen que sirve de homenaje.
¡Feliz Día Internacional de las Montañas!