EL MONTE PEÑARROYA

DÍA INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS 2021

Es la mayor montaña del Alto Alfambra. Es la cumbre de la provincia de Teruel. Y es también la mayor cima del sur de la cordillera Ibérica. Hablamos del Peñarroya, con sus 2.028 m de altitud, la maciza y ancha mole que corona la sierra de Gúdar.

La cima se encuentra en el término municipal de Alcalá de la Selva aunque a tan solo 250 m. del límite del término Gúdar. La montaña es compartida entre ambos municipios aunque la mayor parte pertenece al primero.

En sus laderas meridionales se recogen las aguas que forman los ríos Alcalá y Linares, afluentes ambos del Mijares, río que desemboca directamente en el cercano Mediterráneo. El acusado desnivel entre la cima y la notable proximidad del mar propician una activa erosión que se manifiesta en los abruptos relieves de los diversos valles que se abren hacia la provincia de Castellón.

En la vertiente septentrional, en la val de Motorritas, nace el río Alfambra, conocido como río Blanco en la zona. Es el principal afluente del río Turia. El Alfambra se dirige primero hacia el Oeste para después doblar hacia el Norte, siguiendo su curso paralelo a la sierra de El Pobo, obstáculo que conseguirá franquear en el entorno de Galve. Esta barrera montañosa marca el nivel de base, por lo que los relieves del Alto Alfambra son mucho más suaves.

Aún así, el Peñarroya es una referencia en el paisaje del Alto Alfambra. Forma parte de la línea del horizonte. Por eso sale al encuentro de casi todas las miradas que se dirigen hacia la cabecera del valle.

Miradas dirigidas desde El Llano (Cedrillas), cerca del puerto de Cabigordo …

… desde el Cerro Redondo (El Pobo) …

Desde la Loma Bellida, en la divisoria del barranco de las Umbrías (Gúdar) y la val de Sollavientos (Allepuz) …

o incluso desde parajes situados a menor altitud pero con buena perspectiva, como el mirador de la Virgen de la Peña (Aguilar del Alfambra) …

Es por ello que para las gentes del Alto Alfambra, el Peñarroya es su «moncayo».

Naciones Unidas, desde el año 2002, celebra el 11 de diciembre el Día Internacional de las Montañas para reconocer la importancia ecológica que tienen las cordilleras como reserva de biodiversidad mundial y como recurso hídrico para las personas y los ecosistemas, pero también como el hábitat en el que viven numerosas comunidades humanas aprovechando sus recursos naturales y desarrollando unas culturas con personalidad propia. Para Naciones Unidas esta conmemoración es una ocasión para recordar las amenazas que se ciernen sobre ellas, tanto por la sobrexplotación de los recursos naturales como por el cambio climático que se viene experimentando.

En el Parque Cultural del chopo Cabecero del Alto Alfambra queremos celebrar el Día Internacional de las Montañas y este año hemos puesto la mirada en el monte Peñarroya.

En esta montaña afloran rocas carbonatadas (calizas, margas y dolomías) formadas a partir de sedimentos depositados durante el Cretácico Inferior en ambientes marinos. El relieve es el resultado del abombamiento de gran radio y de la elevación que experimentó la arrasada cordillera preexistente como consecuencia de una columna ascendente del manto terrestre al final del Terciario.

Además del interés geográfico, tiene también un gran interés científico en relación a su historia geológica. Pero además estas montañas también tienen un gran interés ecológico. Y queremos recordarlo igualmente.

Los bosques que cubren el Peñarroya son representativos de la alta montaña mediterránea, en concreto del piso bioclimático oromediterráneo. Tienen un valor biogeográfico notable por ser refugio de especies de óptimo alpino y por ser una zona propicia para el aislamiento genético de las poblaciones y la formación de nuevas especies.

Un ejemplo. En las cimas de la sierra de Gúdar, como el Monegro o el Peñarroya, el pino negro de montaña (Pinus uncinata), en la zona conocido como pino moro, tiene una población que es la más meridional en la península Ibérica. Es un relicto acantonado en las zonas más elevadas de la cordillera durante los periodos templados tras los episodios de glaciación en los que se extendió por zonas situadas a menor altitud. En esta montaña forma un bosque mixto con el pino royo (Pinus sylvestris) con quien, en ocasiones, se hibrida.

El pino moro es un endemismo de las altas montañas del suroeste europeo, con preferencia en los Alpes y en los Pirineos. La población de la sierra de Gúdar es la más meridional en toda su área de distribución. Es una población aislada, muy vulnerable ante el calentamiento atmosférico pues se encuentra en las propias cumbres y no dispone de espacio con clima adecuado a una mayor altitud.

Otro ejemplo. Entre las plantas que componen el sotobosque de estos pinares se encuentra un endemismo propio de la sierra de Gúdar y del Maestrazgo. Es un rabo de gato (Sideritis fernandez-casasii), muy emparentado con otro rabo de gato endémico (Sideritis javalambrensis) que se extiende por las cumbres del macizo de Javalambre. Estas montañas funcionan como un laboratorio de la evolución. Son «nuestras islas Galápagos».

El macizo del Peñarroya, pese a su notable altitud, ha sido también un espacio vivido desde antiguo por las comunidades humanas. Por la limitación climática este territorio se ha dedicado fundamentalmente a la ganadería y, en menor medida, a la extracción de madera. Los prados que crecen sobre las arenas de su vertiente norte son muy frescos y ofrecen abundante alimento a los rebaños, antaño de oveja, en la actualidad de vacas.

El tema del Día Internacional de las Montañas 2021 es «El turismo sostenible en las montañas«.

Por ello os invitamos a disfrutar de las montañas. El Peñarroya o cualquier otra. A recorrer sus senderos o a subirlas, a conocer las plantas y los animales que las pueblan, a consumir los productos que se elaboran en su entorno. Y también, a disfrutar de sus relieves, esos horizontes que son el escenario de nuestras vidas.