DÍA MUNDIAL DEL AGUA … EN EL COLEGIO DE GALVE

El año 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de marzo de cada año como el Día Mundial del Agua. Se animaba así a instituciones, asociaciones y ciudadanos particulares a realizar actividades relacionadas con la conservación y con el aprovechamiento sensato de los recursos hídricos.  
Entre los profesores del Colegio de Galve y el Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra habíamos programado una excursión a la ribera de este río a su paso por esta localidad para reflexionar sobre el ciclo del agua, sobre la importancia del agua para las personas y el resto de los seres vivos y sobre el aprovechamiento por el ser humano, especialmente sobre su contaminación y su agotamiento. Y decidimos así realizar la actividad el pasado 21 de marzo. Era nuestra manera de celebrar el Día Mundial del Agua.
En todos los lugares es importante reflexionar sobre el agua. Pero en Galve lo es especialmente. Por la naturaleza de las rocas el agua del río tiende a infiltrarse hacia el subsuelo. Por ello, es habitual que en los veranos llegue a secarse por completo lo que crea graves problemas para cultivar los huertos. Cuando las lluvias escasean en las primaveras o los otoños -pues los inviernos casi siempre ocurre- el río puede encontrarse seco ya en otoño e incluso en invierno. Esto es lo que ocurría este año.
Era una tarde fría, soleada y de mucho viento. Pero, bien abrigadicos nos fuimos todos caminando ….

hacia la ribera observando una línea de grandes chopos cabeceros recién escamondados en el margen de un campo del señor Alejandro …

Nos llegamos al río. Y ¡oh sorpresa! En el cauce solo había unas cuantas pozas con algo de agua acumulada tras las nieves y lluvias de febrero y marzo.

Allí mismo estuvimos hablando de los tres estados del agua: el hielo sólido, el agua líquida y el vapor de agua como gas. Y los cambios de estado que ocurren al variar la temperatura. Hablamos sobre las nubes, esa enorme colección de gotitas de agua líquida o de cristalicos de hielo, que flotan en el aire y son movidas por el viento.

Y de las precipitaciones. Del rocío también llamada «aguada», o de la escarcha conocida en nuestra zona como «rosada». Y de lo que le ocurre al agua de las precipitaciones, como lluvia o nieve, cuando cae en los continentes. Que se absorbe en el suelo, que circula en superficie por los ríos pudiendo llegar al mar o a un lago, que se infiltra hacia el subsuelo o que es absorbido por las plantas, pudiendo también evaporarse desde el suelo o transpirarse por las hojas de las plantas. Son complejos los recorridos que puede hacer el agua. Su ciclo.

Desde hacía meses el río Alfambra estaba seco. Sin embargo, las lluvias de febrero y marzo habían conseguido que empezara a tener caudal en la parte alta del valle. En esos días de marzo, el río ya tenía caudal, no mucho pero continuo, en Gúdar, Allepuz, Jorcas, Ababuj y Aguilar del Alfambra, atravesando los Estrechos hasta los Ríos Altos de Galve por donde llegaba hasta el Pantano, una construcción medieval que retenía el agua para regar la huerta de esta última localidad. Así estaba el río Alfambra al salir de los Estrechos.

 Desde hacía varios días el agua había llegado a esa parte del cauce. Sin embargo, no lo había hecho en la parte que se encontraba frente al pueblo que seguía seco. Nos preguntamos ¿dónde se iba el agua que estaba llegando? Los huertos y los bosques de la Ribera de Galve están situados sobre un depósito de rocas acumuladas por el río, arenas y gravas, sobre otras rocas impermeables mucho más antiguas que son las arcillas que pueden verse en los márgenes del valle, por ejemplo en la mina a cielo abierto que teníamos enfrente. Hasta que el río no empapa esas gravas y arenas no corre el agua por su cauce. Esas gravas y arenas funcionan como un almacén temporal del agua.

Fuimos remontando el río por ver si veíamos llegar el agua. Recorriendo la orilla poblada por una dehesa de chopos cabeceros ….

Por el camino encontramos charcos helados por el frío de la noche. Nos acercamos al cauce

Estaba seco. Vimos unas piedras redondeadas. Las había transportado el río. En ocasiones lleva mucha agua y puede mover piedras grandes, también cantos, grava, arena o arcilla, por eso baja marrón frecuentemente, pues en este valle una de las rocas más comunes son las arcillas. De hecho, casi todas las piedras estaban cubiertas por una capa de arcilla.

Volvimos por los huertos. A pesar del frío, la primavera comenzaba lentamente a asomarse. Nos lo decían algunas plantas que comenzaban a florecer, como el heléboro, una planta que produce unas flores con pétalos verdes y que resulta tóxica para los mamíferos herbívoros, como la oveja. Vimos los estambres y los carpelos …

Y nos fuimos volviendo recorriendo la preciosa arboleda cuya hierba empezaba a crecer …

Y por los huertos. Allí vimos las acequias, estrechos caminos para llevar el agua hasta los campos. Recordando la diferencia entre agricultura de secano y de regadío. Hay mucho conocimiento en las personas mayores en aprovechar bien el agua. Forma parte del saber popular que se transmite de padres a hijos. Es un patrimonio cultural.

Es importante conservar y recuperar este saber y las obras y construcciones. Por eso el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea declararon a 2018 como Año Europeo de Patrimonio Cultural.

Volvimos al pueblo. Vimos la fuente, el abrevadero del ganado y el lavadero. Todos secos. En ese orden. Los posibles usos del agua. Hablamos de prioridades, de contaminación y de ahorro.

Y terminamos de nuevo en el colegio. ¡Fue una excursión estupenda!

¡Hasta la próxima!

Chabier de Jaime (texto),Óscar Calomarde y Jessica de Hoyos (fotos)