JORCAS, UNA JOYA

NUESTRA GUÍA DEL PUEBLO

Jorcas es un pequeño pueblo pero que tiene una larga historia. Una historia humana que se remonta a la cultura íbera y que, aún con los vaivenes demográficos de esos veinti y pico siglos, ha dejado un importante patrimonio cultural y una huella en el paisaje.

En las últimas décadas han sido numerosos los estudios realizados sobre esta localidad turolense y también lo han sido las publicaciones editadas en forma de libro, artículos -científicos o divulgativos- tanto en revistas, periódicos o webs, por no hablar de los vídeos.

Y es que los investigadores, muchas veces naturales del propio Jorcas, han puesto su trabajo, atención y cariño en recoger los múltiples aspectos relacionados con el arte, la cultura popular, la historia, los personajes o la naturaleza. Esto es un gran tesoro.

Este verano vio la luz la última de las publicaciones.

Es una guía de Jorcas. Pero una guía muy especial ya que está destinada a los niños y las niñas. Hoy no hay vocecillas infantiles que alegren las calles de Jorcas durante los días escolares. El colegio se cerró hace ya veintisiete años. Sin embargo, los fines de semanas y los periodos vacacionales siguen viniendo los nietos y los bisnietos de las personas que se marcharon hace décadas. Y, en sus calles se vuelve a disfrutar al oirlos mientras se encorren por las eras, juega en la «piedra» de la plaza o cogen cucharetas en el bacio.

Jorcas, para ellos, es el mejor lugar para jugar. Es un espacio de libertad. Es, también, un lugar para comprender el espacio y el tiempo a través de las vivencias propias y de lo aprendido de sus padres, abuelos y vecinos.

Precisamente para ellos está dirigido «Jorcas, una joya. Nuestra guía del pueblo«. Tiene el formato de un cuaderno infantil, con sus pautas lineales, con su ortografía escolar, con sus numerosas ilustraciones (fotografías actuales o antiguas, dibujos, mapas, murales, etc.).

Tuve la ocasión de descubrirlo en el marco de las I Jornada Pedagógica que se celebró en el pasado 14 de julio. Por la tarde, los niños y las niñas hicieron de guías para los mayores (sus vecinos, sus familias, los asistentes a las jornadas …) leyendo breves textos a lo largo de una ruta que nos permitió recorrer las calles y rincones de Jorcas. Fue una gratísima experiencia ver explicar con gracia y soltura las anécdotas que surgían.

En la guía, igualmente, in paseo por las calles del pueblo sirve de excusa para presentar a los personajes que han marcado la historia y la vida de sus vecinos: el Arzobispo de Zaragoza, los Xado, Francisco de Moya, José Antonio Labordeta ….

Un paseo que comienza en la entrada del pueblo y en el que de forma casual recorre los diferentes rincones del núcleo urbano al tiempo que ofrece la ocasión de descubrir la historia del castillo, de la iglesia, de las dos ermitas, de la antigua hospedería, de la casa del Arzobispo o la Casa Lugar con su lonja. De las fuentes, del lavadero, del molino o de los puentes, por que en una tierra de precipitaciones escasas e inciertas, el agua ha tenido siempre una gran importancia.

Todos estos monumentos, que forman el escenario de los juegos de los niños y las niñas, son descritos con un lenguaje comprensible, desenfadado y divertido. E ilustrado con fotos más o menos actuales o con dibujos infantiles.

Pero también entran en escena edificios que están en la memoria de los mayores y ancianos pero que ya no pueden verse en la actualidad. Como la escuela y la casa del maestro, un viejo edificio que tuvo que derruirse y en cuyo solar se levanta el multiservicio y el bar.

Pero la guía va más allá.

Pequeñas anécdotas, como la milagrosa salvación de la niña del molinero por llevar prendida en su sayo una ramica de boj bendecida el día de San Pedro Mártir, declarado patrón de la localidad desde entonces, a quien se le ha festejado con un Dance de Pastores en el que los vecinos hacían de danzantes, mayorales, rabadanes y zagales.

O la tradición de confeccionar y de calzar zuecos de madera y esparto que les sirvió a sus vecinos para recibir el apelativo de «zoqueros» entre las gentes de la contornada.

Por que también estas tradiciones, las historias y los saberes forman parte de la herencia que les han legado los abuelos a sus nietos. Una herencia valiosa, aunque no se vea físicamente.

En Jorcas se perdieron importantes tesoros. Algunos, como los retablos de la iglesia y de las ermitas fueron destruidos durante la Guerra Civil. Otros fueron robados por personas que se llevan lo que es de todos. Algunos han sido recogidos en museos, como las pulseras y collares de oro y plata encontrados en el yacimiento de la Muela, la gran montaña que se levanta tras el pueblo.

Algunos otros, como la fachada o las carraclas de la iglesia necesitan cuidados para recuperar su antigua hermosura …

… es algo que, entre todos y todas, habrá que ir consiguiendo.

Es una guía de amable lectura y, al tiempo, muy rigurosa. Algunas notas a pie de página permiten ampliar los conocimientos sobre algunos hechos, lugares o monumentos. En su parte final, tras los créditos de las fotografías, una lista de referencias bibliográficas, de revistas o periódicos, vídeos, blogs o webs ofrecen la posibilidad de conocer mucho más sobre Jorcas.

En la contraportada, la bellísima foto de veleta de la iglesia, con su gallo, con su sol y con su luna …

… cierran una publicación que es … ¡toda una joya!