JORCAS Y EL MAPA DE LABAÑA
Ahora en las escuelas enseñan el arte del olvido, sobre todo el olvido de lo personal y local. (J.L. Borges: El libro de arena)
Si alguien mira en este siglo XXI el famoso mapa de Juan Bautista Labaña[1], aquel cosmógrafo portugués que hace más de 400 años se aventuró a recorrer las tierras de Aragón intentando conocer dónde y cuántos lugares estaban poblados, verá escrito y “colocado” en su sitio el nombre de XORCAS.

En Gran Enciclopedia Aragonesa.
Puede que esa localización los alegre aunque apenas los sorprenda, o sí. Quizá la mayoría creerá que entonces su pueblo podía ser “importante” y muchos caerán en el desánimo del “¡quién te ha visto y quién te ve!”, pero no nos equivoquemos. Aunque comparándolo con el presente la población era diez veces mayor (según Labaña en 1611 tenía 80 vecinos, es decir, unos 320 habitantes) y hacía varios siglos que Xorcas había consolidado su núcleo de población en torno a la fortaleza defensiva andalusí, su continuidad cristiana, sujeta al arzobispo de Zaragoza, estuvo siempre amenazada: Precisamente en 1311, igual que en su vecina Miravete, las gentes y los estagantes de allí se eran ydos por miedo y temor de la gran peyta (impuestos) e no querían venir a poblar[2] estas tierras que, para esa fecha, ya llamaban “villas”[3].
La despoblación ha acechado constantemente su supervivencia (la adversa climatología, el duro trabajo sobre un tierra escasa, pobre y montañosa, los impuestos…) Sin embargo, entonces el poder conocía bien los peligros sociales y económicos que entraña el vacío demográfico y para impedirlo, llevados al límite, las reivindicaciones de los escasos pobladores obtuvieron mayor atención del Estado de la que ahora obtienen. A lo largo de los siguientes trescientos años, los oprimidos Concejos forzaron las negociaciones de los señores con sus vasallos modificando, siquiera mínimamente, las condiciones de vida de los habitantes, de manera que, cuando en 1607 la Diputación General de Aragón encargó a Juan Bautista Labaña el mapa detallado del territorio aragonés, Jorcas seguía existiendo como pueblo y habían pasado cosas muy importantes en él.

Sabemos que, al menos desde el siglo XV, Jorcas formaba parte de la sobrecullida de Montalbán y que a su cuidado había un collidor o recaudador de impuestos sobre el tránsito de mercancías que entraban o salían de la localidad. Hay constancia que D. Johan Francés (posible dueño de la actual casa de Miguel Loras) fue durante años ese collidor, “habitante” pero al parecer no vecino del pueblo y que luego, pese a estar sufriendo todo el continente los cambiantes periodos de la llamada “Pequeña Edad del Hielo”, se había construido o ¿rebautizado? la ermita de santa Águeda la vieja hoy casi desaparecida, una nueva iglesia entre 1567 y 1573[4] para sustituir la anterior a 1249 dedicada a Nuestra Señora y san Blas[5] y, seguramente, el impresionante cubo del molino[6] donde ocurrió el milagro de Catalina Martín en 1597 atribuido a san Pedro Mártir[7].

Pues bien, tras aceptar el encargo aragonés, el cartógrafo tuvo que conseguir los permisos reales y prepararse a conciencia para ejecutarlo. Solo entonces salió de Madrid el lunes 25 de octubre de 1610, llegó a Aragón cuatro días después[8] pero no pisó tierras turolenses hasta el 4 de marzo de 1611, visitando primero Ojos Negros y luego la ciudad de Teruel el 11 de ese mismo mes. A lo largo del viaje escribió el Itinerario do reyno de Aragon adonde andou os ultimos meses do Anno 1610 e os primeyros do seguinte do 1611[9] en portugués, su lengua materna, y fue en esos primeros meses, concretamente el martes 29 de marzo, cuando pasó por Xorcas.
Habían transcurrido 38 años desde la inauguración de la iglesia y, aunque no la mencione, indudablemente continuaba siendo el edificio más importante al que habían destinado grandes esfuerzos sus habitantes, como ocurriría en Albalate
[…] Se sabe que los Prelados autorizaron ciertas transferencias de fondos y mandas pías, aplicando sus importes, a la fábrica en construcción; se sabe también que los fieles contribuyeron con numerosas y expléndidas limosnas; y que muchos de los vecinos de la Villa ayudaron con sus personas, carros, caballerías y recursos […][10]
Por supuesto, una de las funciones que ejercía la mitra era vigilar el estado de sus bienes inmuebles, pocas veces personalmente pero sí mediante la periódica presencia de las visitas pastorales. Centrándonos en Jorcas, cuando el enviado del arzobispo D. Hernando de Aragón, Diego Espés de Sola, visitó la iglesia el 18 de junio de 1554 […] hallo el santisimo sacramento en cinco formas dentro una caxa de plata, el retablo de pinçel so la invocation de Nuestra Sennora, mas avia otros tres retablos de pinçel so las invocaciones de san Martin y san Blas y el Cruçifixo; visitose la pila estava decente con sus crismeras de plata, avia dos cruces, cuatro calices, dos custodias, un reliquario. Ornamentos: tres capas, quatro casullas, cinco camisas, 24 manteles, seis cobertores, seis delante altares, dos pares decorporales, un palio de damasco azul […] Una vez revisado el templo, mandó que […] se comprara un santoral y dominical de los impresos por Bernuzun mes después de impresos[11], hacer un sobrepelliz y dos cobertores de cuero dentro tiempo de quatro meses y, cerrar con paredes y puerta la hermita/ de san Cristóbal de manera que no entren animales por aver sido bendecida drento medio anno.[…][12]

Sin embargo, a resultas de otra visita pastoral, el 20 de noviembre de 1567 D. Hernando marcó un plazo de ocho meses para que se demoliera el templo parroquial y empezara a levantarse en cuatro años uno nuevo capaz de albergar la totalidad fieles, previendo aún mayor población en el futuro.[13]
La orden episcopal planteaba no pocos problemas al rector eclesiástico y al Concejo del momento: El primero, conseguir digno aposento a los objetos procedentes de la iglesia porque, aun existiendo algún otro recinto sagrado en el término, solo tenemos constancia escrita de la ermita de san Cristóbal[14] que cita el visitador y quizá fuera la que más tarde rebautizaron como santa Águeda (la vieja), en cualquier caso demasiado alejada del núcleo urbano.[15]
Desde luego no estaba construida la que, siguiendo el modelo arquitectónico de los Oretos, encontraremos desde finales del siglo XVII dedicada a san José[16], marcando el extremo sudeste del pueblo al enfilar el camino a la Muela, ni mucho menos la nueva ermita en honor de santa Águeda que se levantó en pleno siglo XVIII.[17]

Así que lo más seguro fue guardarlos en las Casas del Concejo o Ayuntamiento, que no estaba ni era el actual, y solo entonces pudieron ejecutar las múltiples tareas restantes. Las obras empezaron en 1569 y en poco más de cuatro años estaba la iglesia a punto porque el propio Diego de Espés menciona la carta del arzobispo zaragozano al obispo de Tortosa el 2 de junio de 1573 diciéndole […]que enviaban a miguel armillas, su alcayde, a valençia para proveer un paño de seda para el palio del sanctissimo sacramento y otras cossas para la conclussion de la fabrica de la yglessia que se auia echo de nueuo en un lugar que la dignidad archiepiscopal tiene llamado Jorcas[18][…] Esa es la iglesia que tenemos.
Todo eso y mucho más había ocurrido antes de que Joao Batista Labaña estuviera allí. Pero el principal objetivo del portugués era calcular y describir con precisión la topografía del territorio. Por eso, desde Mezquita, Labaña señala puntualmente que hace un recorrido de 3 leguas[19] hasta nuestro pueblo montado en una mula por el Camino Real, pasando por Las Cuevas (de Almudén), Xarque, Hinoyosa, las Covatillas y Aliaga que es cabeza de una de las tres Bailías, tiene 200 vecinos y celebra un mercado para Nuestra Señora de Septiembre donde se venden los quesos de Trenchon (sic) a 2 sueldos[20] dejando a la izquierda Camarillas y luego Aguilar [del Alfambra] y Ababux a la derecha.
Para él Xorcas, donde comió según tenía previsto, era un lugar (no lo llama villa) del Arzobispo de Zaragoza[21] con 80 vecinos que tiene un castellete situado en unas Peñas rodeadas de otras (¿amurallado?) y al pie del castillo está el lugar. Señala también los límites del término con Camarillas, Ababux, Allepuz, Villarroya y Miravete de la Sierra y la existencia de la Muela de Xorcas que es un cerro de peñas que dista de Xorcas 1/8 de legua[22]. Nada más. Horas después lo imaginamos de nuevo sobre la montura yendo hacia Villarroya de los Pinares donde hizo noche y salió al día siguiente rumbo a Valdelinares y Mosqueruela.
Seguramente esos caminos serían igualmente transitados por los comerciantes genoveses que residían en Madrid y Zaragoza y, entre 1610 y 1619, tenían arrendados al arzobispo de Zaragoza varios de sus lugares –Jorcas y Miravete entre ellos- de los que exportaban su lana a Italia e importaban diversos productos elaborados[23].
Labaña dio por terminado el trabajo en 1615. Podemos decir que su mapa, base de todos los de la zona, es el primero y único realizado por procedimientos científicos con reconocimiento directo del terreno. De su versión original, dibujada por el propio cartógrafo y grabada por Diego de Astor en 1617-1618, se hicieron varias estampaciones entre los años 1619 y 1620.

Mientras estas cosas sucedían, la jerarquía eclesiástica empezaba el proceso que reconocería la autenticidad del milagro del molino gracias a san Pedro Mártir[24], al que el pueblo proclamó patrono honrándolo desde entonces con su Dance. Y en esos años (1614, 1618-1621) encontramos a un tal Francisco de Claresvalles de Exorcas, acusado de varios delitos contra Fuero por la Diputación de Aragón.

¿Quién era, cuándo y en calidad de qué se había aposentado el mencionado Francisco Claresvalles y familia que aparece en 1614 por primera vez (al menos de momento) como vezino de Jorcas y familiar de la Inquisición del Reino de Valencia[25]? Según las escasas noticias que tenemos parece haber nacido o proceder de Albalate del Arzobispo en donde se le conocía por su capacidad económica.[26]
Santiago Vidiella, en su Florilegio de Nobles tierrabajinos comenta que fue reputado de Infanzón en Albalate del Arzobispo, Calificador del Santo Oficio, con casa solar y palacio en Jorcas, Reyno de Aragón. Y, en nombre de Felipe IV, fue armado Caballero por el duque de Nochera, Francisco María de Caraffa, el 7 de junio de 1640 en la guerra de Navarra.
Probablemente los litigios que sostuvo en los primeros años del siglo se saldaron a su favor porque lo vemos después de 1640[27] insaculado por Albalate del Arzobispo en 1644.[28]
Los reinados de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1655) fueron catastróficos para los territorios peninsulares: la expulsión de los moriscos, la climatología consecuencia de la Pequeña Edad del Hielo, malas cosechas entre 1614 y 1615, 1630 y 1631, brotes epidémicos entre 1648 y 1654 a los que hay que sumar los conflictos bélicos contra Francia de 1635 a 1659 y la revolta catalana entre 1640 y 1652 que fueron una sangría humana e impositiva para pagar las guerras, caracterizaron la política interior y exterior de Felipe IV poniendo otra vez en serio peligro la pervivencia de muchos lugares como Miravete y Jorcas.

De hecho, parece que antes de la guerra con Francia el número de vecinos de Jorcas superaba el centenar (en torno a los 400 habitantes), pero a partir de 1635, sobre todo entre 1643 y 1653, en las Consultas y memoriales que elevan [34] villas y lugares de la comunidad de Calatayud, condado de Ribargorza [y propiedades de la mitra zaragozana] para alcanzar concordias entre censalistas y acreedores[29] los Jurados y Concejo jorquinos advierten el 8 de septiembre y el 14 de octubre de 1645 a la Audiencia:
[…] Que con la ocasión de la paga de soldados, alojamiento y transitos se han gastado mas de cinco mil ducados, que se ha despoblado mucha parte de ella pues siendo su poblacion de antiguo de cien vecinos, por la dicha ocassión y las cosechas se ha despoblado reduciendo su numero a poco mas de quareynta, hallanse muy molestados por sus censalistas […] porque en cada un año tiene de gastos la villa con pensiones y cargos ordinarios mas de setecientas libras y sus proprios no rentan sino poco mas de ciento y cinquenta libras […] y assi señor si Vuestra Magestad no manda se ponga remedio, será forçoso el despoblarse […].

ES.08019.ACA//ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0048,nº 001, fs. 1/30 y 1/31.
Como indica el documento, parece que la solicitud de los Jurados y Concejo fue atendida. Para entonces Felipe de Claresvalles, nieto de Francisco Claresvalles, seguía avecindado en el pueblo y en las insaculaciones del 23 de marzo de 1666 fue elegido Diputado del Reino por Jorcas[30], después de haber certificado su hidalguía el 15 ese mismo mes y año. Pero entre 1669 y 1671, empezó las gestiones para optar al cargo de oficial del Tribunal de la Inquisición de Valencia[31] y probablemente fue admitido.
Lamentablemente, hasta hoy no hemos podido saber más sobre el “palacio” de los Claresvalles en Jorcas ni cuándo ni a quiénes pasaron sus propiedades en el pueblo. La destructora guerra de España de 1936 quemó la historia de los que sobreviven. Intentar reconstruirla poco a poco es una hermosa, dolorosa y dubitativa senda que merece la pena recorrer para quienes nos sucedan. Eso es lo importante.
Lucía Pérez García-Oliver (Jorcas)
[1]Juan Bautista Labaña Véase biografía en https://dbe.rah.es/biografias/19527/juan-bautista-labanay https://www.bne.es/es/colecciones/geografia-mapas/mapas-impresosantiguos/aragon-ioan-baptista-lavana
[2] GARGALLO MOYA, A. J., “Documentos del Archivo Municipal de Miravete de la Sierra (1279-1499” en Revista Teruel, 68, Teruel, IET, 1982, p. 49.
[3]Villa: En términos generales, desde la Edad Media las “villas” se diferenciaron de las “aldeas” y “lugares” por su mayor grado de autonomía, es decir, porque tenían un justicia y regidores (alcalde y concejales) para su propio gobierno, por tanto podían aplicar justicia en su demarcación frente a otras localidades más poderosas, aunque en Jorcas, en el siglo XIV, el arzobispo zaragozano se reservaba la potestad de nombrar a los dos cargos principales del municipio.
[4] PÉREZ GARCÍA-OLIVER, L., “La carta del castillo e iglesia de Jorcas” 21 de agosto, 2018. En https://parquechopocabecero.com/la-carta-del-castillo-e-iglesia-de/
[5] MIGUEL GARCIA, I., “Relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el Reino de Aragón en los siglos XII –XVI. Aproximaciónhistórica” en Actas del XXV Congreso de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, Roma, 21 al 25 de septiembre de 2009, Memoria Ecclesiae XXXVII, Oviedo, Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, 2013, pp. 117 y 121 y GARGALLO MOYA, A. J., op. cit. p. 98.
[6]A partir del siglo XVI los molinos hidráulicos medievales añadieron la construcción del cubo o cuba, especie de torreón que recogía el agua con un canal circular interno o, como en el molino mixto de Jorcas, el agua acumulada en una balsa pasaba a la cubadesde donde caía con varios metros de desnivel.El molino de Jorcas está situado al lado del Alfambra a hora y media de distancia del pueblo. NAVARRO ESPINACH, G., “Molinos harineros en el Reino de Aragón (siglos XIX-XVI)”, p. 318 en https://dx.doi.org/10.12795/hid.2024.i51.12Fue propiedad de la mitra zaragozana que lo arrendaba a una familia. Con la desamortización pasó a manos particulares continuando el mismo régimen de explotación hasta quedarse vacío la segunda mitad del siglo XX. Actualmente en estado ruinoso sigue siendo de propiedad privada.
[7] MAGDALENA LACAMBRA. F., Memoria de los trabajos verificados en el Archivo Diocesano del Arzobispado de Zaragoza en el año 1945, Zaragoza, Talleres La Editorial, 1946.
[8] HERNANDO, A., “Ganar en exactitud y credibilidad: el viaje de Juan Bautista Labaña (1555-1624) por tierras aragonesas” en PANEQUE SALGADO, Mª P. y OJEDA RIVERA, J.F. (eds) El viaje en la geografía moderna. Sevilla, Universidad Internacional de Andalucía, 2013, pp. 149-173.
[9] LABAÑA, J.B., Itinerario del Reino de Aragón; [Faustino Sancho Gil, prólogo.], Zaragoza, Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, 1895.
[10] BARDAVIU PONZ, V., Historia de la antiquísima villa de Albalate del Arzobispo, Zaragoza, Tip. de P. Carra, 1914, p. 209.
[11] Se refiere a Pedro Bernuz menor, impresor y notario en Zaragoza del siglo XVI que trabajó en la ciudad aunque su familia procedía de Molinos (Te). Emparentado por matrimonio con el impresor Jorge Coci, en 1539 compró a este la mitad de la imprenta que estaba en la c/ Mateo Flandro quedándose la otra mitad Pablo Hurus, Asimismo compró en Molinos un molino de papel que surtía de materia prima a la imprenta. En https://dbe.rah.es/biografias/51409/pedro-bernuz
[12] Archivo Diocesano de Zaragoza (A.D.Z.) ESPES, D., Libro de Visitas pastorales 1554, folio 479 v.
[13] PÉREZ GARCÍA-OLIVER, L. y GALINDO GORBE, J.A., (coords.) Palabras de parte de Jorcas. Zaragoza, Ed. Cuatro gatos de Teruel-Comarca Comunidad de Teruel, 2006.
[14]No es de extrañar que hubiera una ermita en el camino entre Camarillas y Jorcas, dado que existíanen los pueblos cercanos: Miravete, Camarillas, Monteagudo, Ababuj etc., todas ellas situadas sobre un cerro próximo al núcleo urbano y visibles para los vecinos,. 29 de junio, 2020. https://parquechopocabecero.com/tres-ermitastres-ruinas/La devoción a san Cristóbal, patrono de los oficios peligrosos, caminantes, peregrino y viajeros, fue muy popular desde el siglo XIII pero decayó después del Concilio de Trentoy mucho más en el siglo XVII.
[15] PÉREZ GARCÍA-OLIVER, L., “Jorcas y sus discretos ilustrados: De Juan Antonio Martín a Fray Juan Oliver” 10 de mayo 2023. En https://parquechopocabecero.com/jorcas-y-sus-discretos-ilustrados/
[16]La importancia de san José alcanzó su punto álgido entre los siglos XVI y XVIII, cuando su imagen artística queda vinculada a la protección de hospitales, capillas, órdenes religiosas hospitalarias y congregaciones asistenciales. El santo pasará a ser considerado protector de los más vulnerables y a partir del siglo XVII alcanzará una gran significación para enfermos y moribundos como personaje caritativo y custodio de Cristo,patrono de la buena muerte.
[17] PÉREZ GARCÍA-OLIVER, L., “Jorcas y sus discretos ilustrados: De Juan Antonio Martín…” op. cit. 10 mayo 2023. En https://parquechopocabecero.com/jorcas-y-sus-discretos-ilustrados/
[18] A.D.Z., ESPÉS, D., II, f olio 1.007 r.
[19]La legua aragonesa es de aproximadamente 5572,5 m.
[20] La traducción del portugués es nuestra. LABAÑA, J.B., Itinerario del Reino…, op. cit,, p. 175-176.
[21] A partir de 1318 el escudo de Albalatecomenzó a llevar el báculo y la mitra en medio de dos alas extendidas. BARDAVIU PONZ, V., op. cit., p. 138.
[22]LABAÑA, J.B., Itinerario del Reino…op. cit., p. 177.
[23]GÓMEZ ZORRAQUINO, J.I., “La colonia mercantil genovesa en Aragón (1580-1620) en Homenaje a Don Antonio Durán Gudiol, Huesca, Instituto de Estudios altoaragoneses1995, p. 410.
[24]. La mayor parte de las cofradías bajo la advocación de san Pedro mártir se crearon a comienzos del siglo XVII, vinculadas al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Sus miembros, salvo excepciones, debían pertenecer al Santo Oficio en cualquiera de sus funciones: inquisidores, calificadores, comisarios, consultores, ministros, familiares, etc. Cada Cofradía tenía Constituciones propias que regulaban sus actos, fiestas y reuniones. Celebraban con solemnidad la fiestadel santo el 29 de abril, con misa, sermones,bendición del agua y los ramos que servirían después para alejar plagas y tempestades de los campos y heredades. Aunque los campesinos no se integraban en esas Cofradías, la figura del santo sirvió a los dominicos de motivo propagandístico en su labor misionera rural. Por tanto, el imaginario popular pone su culto en estrecha relación con la agricultura, de la que es especial protector. De ahí que la mayor parte de sus devotos sean campesinos. PASAMAR LÁZARO, J. E., “Inquisición en Aragón: La Cofradía de san Pedro de Verona” En Revista de la Inquisición, 303-316, Madrid, Servicio de Publicaciones. Universidad Complutense. 1996.
[25]ES/AHPZ – J/00088/00 9 Proceso a instancia del Fiscal del Santo Oficio de la Inquisición, contra Francisco de Clarés Vals, familiar del Santo Oficio, por haberle hallado un pedernal corto cargado, contra los fueros de Aragón.1614, abril, 14 En https://dara.aragon.es/opac/app/item/ahpz?p=0&q=Francisco+de+Clares&ob=re:1&vm=nv&i=228811
[26]Que Francisco de Claresvalles ha sacado del Estado de Ixar y otras partes del presente Reyno, donde tenía muchos trigos y panes, a las villas de Escatron, Fabara, Santa Susana, villa de Caspe y otras estremidades del Reyno […] Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés, VII Alegaciones en pleitos (Tomo-Signatura: G-73-71) Zaragoza,[ s. n.], [s. a.] p.2.
[27]Francisco Clares-Valles, Albalate del Arzobispo. Contrajo matrimonio con doña María Sebastián siendo los padres de Juan Clares Valles y Sebastián, casado con María Jacinta Gómez de Marcilla, padres de Felipe Clares Valles y Marcilla, nacido en Jorcas, casado con María Gabriela Frías, natural de Ejea de los Caballeros, que, entre 1669 y 1671, solicita formar parte como Oficial del Tribunal de la Inquisición de Valencia (AHN. Inquisición 1342, Ex. 6) y de Jerónimo Clares Valles y Marcilla, Diputado del Reino. CASTAN ALEGRE, M.A., Insaculados en las bolsas de los Oficios de la Diputación del Reino de Aragón en el siglo XVII, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2016, pp. 100-101.
[28] D.P.Z. Insaculaciones. 1644. Ms. 448, fol. 77.
[29] ES.08019.ACA//ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0048,nº 001
[30] D.P.Z. Insaculaciones. 1666. Ms. 527, fol. 207.
[31]ES.28079.AHN//INQUISICIÓN,1342,Exp.8 Informaciones genealógicas de Felipe Clares Valls Garcés de Marcilla, natural de Jorcas, pretendiente a oficial del Tribunal de la Inquisición de Valencia, y de su mujer, María Gabriela de Frías, natural de Ejea de los Caballeros