EL PARQUE CULTURAL DEL CHOPO CABECERO DEL ALTO ALFAMBRA. ANTECEDENTES

La Plataforma Aguilar Natural, asociación radicada en Aguilar del Alfambra, elaboró en 2009 el documento Borrador
de Proyecto del Parque Cultural de los chopos cabeceros del Alto Alfambra
.

El ámbito territorial de este proyecto era el comprendido por los municipios que recorre el citado río y sus afluentes en cabecera (ríos Sollavientos, Seco y Penilla), siendo Gúdar, Allepuz, Jorcas, Ababuj, Aguilar del Alfambra, Camarillas, Galve, El Pobo, Monteagudo del Castillo y Cedrillas. 
Esta iniciativa partía del convencimiento
de que:
  • En los citados municipios existe un excepcional patrimonio,
    peculiar, poco conocido, muy valorado por sus habitantes y con riesgo en su perpetuación: el de los chopos cabeceros.
Estrechos de Aguilar del Alfambra
  • Dicho patrimonio cuenta con
    una relevancia más que suficiente para ser el eje central de una figura como la de los Parques Culturales de Aragón, y que merece que así sea
    debido a su valor diferencial respecto de otros parques culturales existentes.
  • Junto a este patrimonio
    paisajístico concreto, existen otros de excepcional valor, tanto material
    (arquitectónico, artístico, arqueológico, paleontológico), natural (espacios naturales pertenecientes a la Red Natural de Aragón, lugares de
    interés geológico, etc.) como inmaterial (tradiciones orales, habla, folclore,
    etc.), que también merecen estar integrados en el parque cultural.
Castillo de Cedrillas
  • La creación de un Parque Cultural es compatible las actividad agrarias tradicionales pues de hecho, son estas las que han creado dicho paisaje cultural y, al mismo tiempo, con otras figuras de carácter ambiental como Arboleda Singular, Paisaje Fluvial o Paisaje Protegido.
  • La organización de un Parque
    Cultural que reconozca estos valores es una oportunidad para generar
    actividad económica y aumentar las expectativas de futuro de dichos pueblos.
  • La creación de estas nuevas
    expectativas de futuro en el orden económico y social debe pasar necesariamente
    por la convivencia y el respeto hacia las actividades económicas existentes,
    particularmente las agrícolas y ganaderas tradicionales —en su condición de
    mantenedoras del territorio y de sus valores paisajísticos—, y las empresas de
    naturaleza endógena.
Ganadería extensiva de ovino en los páramos de Ababuj
  • Las nuevas actividades
    económicas vinculadas a la creación de un Parque Cultural no solo deben traducirse
    en la promoción de las actividades turísticas —deseables y necesarias para
    diversificar las economías—, sino en su integración en la medida de lo
    posible con las actividades tradicionales existentes y en una decidida apuesta
    por la investigación científica y la gestión del territorio, con el fin de
    convertir a nuestros pueblos en una referencia al respecto.
Por su valor diferencial y su singularidad, se eligió como eje
central para la propuesta de Parque Cultural el paisaje de los chopos cabeceros
del Alfambra y su sistema hidrográfico.

Históricamente, sobre los suelos arcillosos del valle del Alto
Alfambra, se ha constituido un paisaje peculiar y típico del sur de Aragón:
bosques fluviales adehesados formados principalmente por chopos (Populus
nigra)
trabajados mediante la escamonda. Es en la diferencia que va del Populus nigra como especie
natural al chopo cabecero como árbol trabajado, donde se sustancia el doble
valor de estos árboles: cultural y ambiental. Un doble valor que ha
conformado a lo largo de los siglos un paisaje característico en numerosos
municipios, de gran valor, belleza objetiva y enorme potencial, y que se
encuentra íntimamente ligado a la historia y a la vida cotidiana de los
pueblos. Un paisaje que, además, es un
capital, un bien en sí mismo.

Dehesa fluvial en Aguilar del Alfambra
Por tanto se propuso como núcleo fundamental del Parque Cultural un bien singular
en Aragón y en el resto de España, que urge reconocer para garantizar su
perpetuación y que corresponde a una tipología patrimonial que hasta el momento
no ha sido objeto de reconocimiento dentro de este tipo de figura, lo que
refuerza su carácter novedoso, único y peculiar que sirve de bandera de
enganche y promoción: el paisaje, entendiendo como tal el medio natural
transformado por el ser humano en función de sus necesidades, conformado por
dehesas fluviales.
Este tipo de paisaje puede ser denominado “paisaje cultural rural” en contraposición al “paisaje
natural”, aquel que se define por la nula o escasa antropización, o al paisaje cultural urbano o industrial, pero que están altamente antropizados.
El paisaje de los
bosques de ribera con chopos cabeceros, tuvo su origen en las
necesidades de sociedades campesinas preindustriales, y conforma una estampa
particular y querida que forma parte de la propia identidad de los
habitantes e hijos de los pueblos del sur de Aragón, y concretamente del Alto
Alfambra, cuenca que condensa las masas de chopos cabeceros más
importantes por su cantidad y calidad de Europa.

Cabecera del río Seco, en Monteagudo del Castillo
Se entiende que un paisaje
cultural, a pesar de lo novedoso que pueda resultar, puede formar parte de un
Parque Cultural y ser su valor central. Para demostrarlo se recuerdan
argumentos planteados (Bernad, 2001)
“El Convenio Europeo del Paisaje
ha definido paisaje cultural como aquel en el que la transformación de una
parte de naturaleza es resultado de la intervención del hombre, quien lo
configura de acuerdo a sus particulares conceptos de cultura, comprendiendo
ésta las actividades humanas en el amplio sentido de la palabra. Se entiende ese paisaje natural
como resultado de un proceso continuo de modificación por el hombre, es decir,
una manifestación más de la cultura; por tanto, se considera el patrimonio
natural como parte consustancial del paisaje cultural, dentro de una concepción
amplia del término patrimonio».
Este tipo de
patrimonio tiene cabida en la Ley de Parques Culturales de Aragón de 1997.
El valor cultural de las
choperas de álamo negro trasmocho del territorio del Alto Alfambra se
complementa con los valores ambientales que reúnen los ecosistemas,
generalmente agrosistemas, en los que se ubican y en los sistemas fluviales de
los que dependen. 

Paisaje primaveral en el valle del río Sollavientos (Allepuz)
Y también con los patrimonios
arquitectónico (religioso, obras de ingeniería civil-monumental, arquitectónico
civil-popular), arqueológico, paleontológico, etnológico y cultural y
paisajístico-natural del Alto Alfambra. 

Camino de los Pilones (El Pobo)
Debemos, además, este proyecto entendió que un Parque Cultural no es solo un medio para proteger y perpetuar el patrimonio
diferencial de sus municipios, es al mismo tiempo una
oportunidad para generar actividad económica y aumentar las expectativas de
futuro de nuestros pueblos. Por esta razón, los objetivos del Parque Cultural no son sólo de índole patrimonial, también lo son en igual de
importancia, económica, social y ambiental.
Este borrador fue presentado a finales de 2009 los representantes municipales de las localidades incluidas en el territorio
afectado. Varios meses después fue respaldado en los consiguientes plenos
municipales de ocho de los municipios, así como por la Comarca
Comunidad de Teruel.
Ese mismo año se inició la publicación
de una serie de artículos de opinión con frecuencia quincenal en «Diario
de Teruel«. Tenían como objetivo
explicar los valores que reúne el paisaje cultural de chopo cabecero del Alto Alfambra
y argumentar las razones existentes para declarar esta figura de protección
patrimonial sobre este territorio. Estos son los títulos y los autores de los
artículos:
  • ¿Por qué un Parque Cultural
    en el Alto Alfambra? (Ivo Aragón).
  • ¿Banalidad o dignidad? (Alejandro Pérez).
  • Los árboles trasmochos en Europa (Chabier de Jaime).
  • Sobre la biología del chopo
    y el papel de la escamonda (Fernando Herrero).
  • Un refugio para la fauna (Angel Marco/Gonzalo Tena).
  • Formación del paisaje del
    Alto Alfambra (Ivo Aragón y Ángel Marco).
  • Ríos, acequias, fuentes y chopos (Alejandro Pérez).
  • El uso tradicional del
    chopo cabecero (Chabier de Jaime).
  • El paisaje como seña de
    identidad (Sergio Benítez).
  • Un lazo indisoluble:
    Patrimonio cultural y paisaje (Lucía Pérez).
  • Troncos viejos, ramas
    nuevas (Antonio Castellote).
  • El río, los chopos y los sentimientos (Julia Escorihuela).
En enero de 2011 comenzó una
segunda serie de artículos con los mismos objetivos aunque con diferentes temas
incidiéndose más en las implicaciones administrativas, sociales y económicas.
Los títulos y los autores fueron los siguientes:
  • Los chopos en la memoria de
    los pueblos (Pilar Sarto).
  • La evolución histórica de
    un paisaje (Emilio Benedicto).
  • Un paisaje forestal único
    (Chabier de Jaime).
  • Los árboles trasmochos en
    el arte (Dominique Mansion).
  • Arcilla y sangre (Toni
    Losantos).
  • Árboles centenarios,
    monumentos vivientes (Ted Green) .
  • La calidad de un paisaje:
    los valles con chopos cabeceros en Teruel (Paloma Ibarra).
  • Chopos, regadíos y paisajes
    (Alejandro Pérez).
  • El aprovechamiento del
    chopo en la construcción (Tomás Guitarte).
  • El encaje legal del Parque
    Cultural (Ivo Aragón).
Posteriormente fue presentado al
Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de
Aragón. Tras su análisis por los responsables de dicha institución se concertó
una entrevista en diciembre de 2013 entre el D. Javier Callizo, Director
General de Patrimonio Cultural y una comisión promotora de dicho Parque
Cultural constituida por el Presidente de la Comarca Comunidad
de Teruel), el Alcalde de Aguilar del Alfambra, un representante de la Plataforma Aguilar Natural y un investigador del Centro de
Estudios del Jiloca. En dicha reunión el Director General
coincidió en que había suficientes argumentos que justificaban la creación del Parque
Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra, pero igualmente indicó que la difícil
situación económica imposibilitaba la creación de un nuevo parque, por lo que animaba a conseguir una fuente de recursos económicos entre la sociedad civil
o en las empresas para ponerlo en marcha.

Folleto informativo de la propuesta de Aguilar Natural
En junio de 2014, la Plataforma
Aguilar Natural presentó en el marco de XVI Poborina Folk (Festival de Músicas
con Raíz) celebrada en la loclidad de El Pobo (Teruel) el folleto titulado
«El Parque Cultural del Chopo Cabecero. Un proyecto desde el
territorio» en el que explicaba en qué consiste dicho proyecto de parque
cultural, cuáles son sus objetivos, cuál es la utilidad de dicho proyecto para
el paisaje del Alto Alfambra, resuelve las dudas sobre los posibles conflictos
con los intereses de agricultores o ganaderos e informa en qué situación se
encontraba.   

En diciembre de 2015, una comisión formada por D. Joaquín Juste (Vicepresidente de la Diputación Provincial de Teruel), D. Adolfo Rodríguez (Consejero de la Comarca Comunidad de Teruel), D. Enrique Galindo (Alcalde de Aguilar del Alfambra) y representantes de la Plataforma Aguilar Natural y del Centro de Estudios del Jiloca se reunió en Zaragoza con D. Ignacio Escuín, Director General de Cultura y Patrimonio, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón solicitando la consideración de declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial al saber popular que ha generado el paisaje cultural del chopo cabecero e informándole de las gestiones realizadas en el pasado para la creación del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

En mayo de 2016, D. José Antonio Andrés (Jefe de Sercicio de Prevención, Protección y Conservación del Patrimonio Cultural), Dª María Peña (Jefa de Sección de Protección de Patrimonio Cultural) y Dª Delia (Facultativo de Patrimonio Cultural) visitaron la ribera del Alfambra reuniéndose en Aguilar con representantes municipales de varias localidades, de la Comarca Comunidad de Teruel y con representantes de Aguilar Natural y del Centro de Estudios del Jiloca. En la misma, los técnicos ratificaron los argumentos presentados para declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial al saber popular que ha construido este paisaje cultural mientras que los representantes municipales mostraron interés en la declaración de parque cultural para este territorio.

El primer paso fue dado en el otoño de aquel año. Así, el 30 de noviembre se publicó el Decreto 175/2016, por el que se declaraba la cultura del Chopo Cabecero en el sur de Aragón como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Cartel de los actos celebrados en Galve y Aguilar del Alfambra en mayo de 2017

Y, en mayo de 2017, el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón organizó un acto en Aguilar del Alfambra en el que, ante un nutrido público formado por representantes municipales y vecinos de los pueblos de la contornada, representantes de otras instituciones y de diversas asociaciones, D. Ignacio Escuín propuso la creación Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

Acto celebrado en el Aguilar del Alfambra

En junio de 2017, en plenos municipales de los Ayuntamientos de Ababuj, Aguilar del Alfambra, Allepuz, Camarillas, Cedrillas, El Pobo, Galve, Gúdar, Jorcas y Monteagudo del Castillo se realizaron acuerdos plenarios expresando la intención de formar parte del futuro Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Unas semanas después, solicitaron formalmente al Gobierno de Aragón la creación de dicha figura legal de promoción cultural enviando para ello un proyecto para su estudio y consideración.

El pasado viernes, 17 de noviembre de 2017 fue publicada la Orden ECD/1804/2017, de 3 de octubre, por la que se incoa expediente de declaración del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra (Teruel) en el Boletín Oficial de Aragón.

Este proyecto cultural inicia su singladura …