ENTRE ÁRBOLES CENTENARIOS. EL AUDIOVISUAL

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE EL CRECIMIENTO, LA EDAD Y HISTORIA DE LOS CHOPOS CABECEROS EN LA CORDILLERA IBÉRICA

Los chopos cabeceros son los álamos negros plantados en las riberas de los ríos de la cordillera Ibérica para producir madera de obra, leña y forraje al ser manejados como árboles trasmochos. El desmoche periódico del ramaje generaba los productos deseados y, al producirse el rebrote de las ramas lejos del acceso del diente del ganado, los pastos de estos terrenos frescos podía ser aprovechados por los rebaños en todo momento asegurándose la producción en los árboles y de pasto en su entorno.

Los chopos cabeceros han recibido a lo largo de sus vidas varias escamondas o desmoches. No es fácil saber cuántas. Diversos investigadores, como Helen Read, Ted Green o Gerard Passola, consideran que esta técnica prolonga la vida de los árboles, siempre que no se pierda el turno de poda. Un hecho evidente es que estos árboles presentan diámetros de tronco mayores que los chopos no trasmochos.

Un estudio biométrico sobre una muestra de 8.767 chopos cabeceros de cuatro cuencas hidrográficas de la cordillera Ibérica señaló que el 12,77% de los ejemplares tenían diámetros normales de tronco (d.n.t.) superiores a los 100 cm y que el 2,72% de los casos superaban los 150 cm. Si se considera que la población de chopos cabeceros estimada en este territorio fue de 60.832 ejemplares se deduce la existencia de unos 7.700 árboles con d.n.t. que superan los 100 cm y de unos 1.600 ejemplares con d.n.t. de 150 cm o más. Es decir, muchos ejemplares de tronco grueso o muy grueso.

¿Qué edad pueden alcanzar los chopos cabeceros? No es nada fácil de saber pues a pesar de tratarse de una especie arbórea que genera anillos de crecimiento regularmente es muy vulnerable a la podredumbre de la madera muerta del duramen y al desarrollo de huecos en el interior del tronco. Por ello, la gran mayoría de los chopos cabeceros veteranos o viejos carecen en su tronco de la madera con los anillos de crecimiento de una buena parte de su vida. Tan solo conservan la fabricada en la etapa más reciente de la misma.

Con el objetivo de resolver esta cuestión y de conocer la influencia del ambiente en el crecimiento de los chopos cabeceros un equipo formado por Jesús Julio Camarero, Ester González de Andrés y Michele Colangelo (Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC) y Chabier de Jaime (Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra) realizaron entre 2021 y 2022 un estudio dendrocronológico sobre una muestra de 98 ejemplares de siete localidades de las cuencas de los ríos Aguasvivas, Huerva, Pancrudo y Alfambra. Del tronco de cada árbol se tomaron dos testigos radiales y, a partir del análisis de los anillos se estableció el ritmo de crecimiento y sus variaciones, la edad y las vicisitudes que pudieron influir en el mismo en cada caso.

Los resultados de esta investigación fueron publicados en el artículo «Growth history of pollarded black poplars in a continental Mediterranean region: A paradigm of vanishing landscapes» en el volumen 517 (01.08.2022) de la revista Forest Ecology & Management. Y una síntesis con fines divulgativos fue editada en este blog en este otro artículo.

En paralelo y para acceder a un público más amplio se elaboró un audiovisual sobre esta investigación. Os invitamos a verlo.