LA JABALDANA

UN ESPECTACULAR MIRADOR NATURAL EN GÚDAR

El barranco de las Umbrías es el más largo y profundo del Alto Alfambra. El tramo del sendero PR-TE 33 que acompaña al cauce desde el puente de la carretera (A-228) hasta el área recreativa de la Dehesa, descrita en este artículo, es una de las excursiones más populares dentro del término municipal de Gúdar. El entorno del merendero es, igualmente, otro espacio natural de notable interés que también fue motivo de una reciente publicación de este blog.

En este tercer artículo se propone completar la excursión realizando una ruta que asciende por la solana de este estrecho valle hasta la punta de La Jabaldana, un peñasco que ofrece una fantástica panorámica de la cabecera del Alfambra. Es una ruta que no está señalizada y que no es muy conocida, pese a que no defrauda a quien la realiza.

La ruta puede iniciarse en el merendero de la Dehesa tomando la pista forestal que por la margen derecha del arroyo lleva al pueblo. Cuando la pista cruza el riachuelo, tras una curva, se abandona y se coge una senda (el PR-TE 33) que sale a mano derecha y que desciende hasta el fondo del barranco.

Enseguida, de la margen derecha del arroyo, surge un sendero no señalizado que asciende entre un bosquete de pinos royos …

y sale a un pastizal soleado que se extiende sobre un terreno rocoso …

El sendero en ocasiones se desdibuja por lo que se han colocado algunos mojones para no perderlo …

Y va cogiendo altura sobre el arroyo …

mientras ofrece una espléndida panorámica del frondoso pinar y de los acantilados calizos de la umbría

y de la parte baja del barranco …

El contraste entre la umbría y la solana es notable. Esta última ladera ha sido dedicada al pastoreo habiéndose limitado la recuperación de la vegetación más por la exposición en solana que por el herbivorismo y el uso del fuego en la gestión del matorral. Es la partida de La Giralda.

Aunque la ruta no está señalizada no ofrece mucha complicación en este primer tramo pues sigue el estrato calizo del saliente del barranco …

No es raro encontrar excrementos de cabra montés entre las pequeñas matas que crecen en este soleado y expuesto paraje.

La senda se aproxima a la entalladura que ha abierto una pequeña rambla que se precipita en el barranco de las Umbrías por su margen derecha. Entonces se aleja del borde …

… y sale a un terreno llano por el que viene una pista forestal

La distribución del pinar coincide con aquellos lugares en los que afloran materiales más terrosos (margas). Por la alternancia de margas y calizas en el paisaje vegetal se entreveran unas bandas alternas de pastos abiertos y de pinar. Los pinos royos, las chaparras y los enebros se alternan en bandas paralelas con la ajedrea, el erizo y la flor de primavera.

La pista forestal se aleja del barranco de las Umbrías para evitar el arroyo que en él confluye. Hay que abandonar la pista, cruzar esta pequeña rambla …

y, monte a través, …

de un pinar abierto …

… buscar el borde rocoso del barranco de las Umbrías, cada vez más profundo e impresionante.

La serie de estratos de calizas margosas, calizas y dolomías ha encontrado en estas últimas unos materiales muy resistentes a la erosión y su tenacidad ha creado un resalte sobre el valle.

Se aprecia muy bien la continuidad del estrato en ambas laderas del pequeño barranco…

En esta ladera venteada, soleada y de escaso suelo, la vegetación se ordena en función de las necesidades hídricas pues se trata de un entorno difícil por la intensa evaporación.

En las inmediaciones del cinglo crecen plantas adaptadas a los suelos esqueléticos y a los ambientes muy expuestos a la insolación y al viento, como las arenarias ….

y los erizos

Algo más alejado están presentes arbustos que requieren suelos algo más profundos, como el enebro y la chaparra

… y, sobre el terreno preparado por los anteriores, crecen los pinos royos formando la etapa más madura de estos bosques de montaña. Cuando alguno de estos se acerca al cantil muestra la dificultad para crecer y evidencia la pérdida de suelo provocada por las lluvias torrenciales con sus raíces expuestas.

Entre las grietas soleadas de las dolomías, sobrellevando el frío y a salvo de la inversión térmica que afecta al fondo del valle, crecen algunas carrascas, planta menos friolera que las coníferas …

La ruta no sigue senda alguna, pero no tiene pierde en este tramo si se acompaña al cantil en el ascenso …

Es un buen lugar para descubrir algunos de los animales que habitan en estos montes. Los más, de pequeño tamaño, como este escarabajo endémico del sur de la cordillera Ibérica …

Iberodorcadion terolense, un cerambícido propio de prados abiertos

Pero otros, de mayor tamaño, como son los buitres leonados …

que tiene el dormidero en el cantil o las cabras monteses, en pequeños grupos conforme avanza el verano …

Al poco se llega a la punta de La Jabaldana.

Es un mirador natural fantástico. Desde el mismo se divisa, en primer término, la vega del Alfambra a su paso por Gúdar, la Peña de la Magdalena, la sierra de Las Molatillas y, al fondo, el Portillo Ramiro y los montes de Formiche Alto.

Hacia el norte, muestra una de las mejores vistas de la Arboleda Singular Ribera del Chopo Cabecero entre Allepuz y Aguilar del Alfambra …

Es un auténtico oasis entre cerros desnudos y campos de cultivo.

Mientras que hacia el sudeste, ofrece la grandeza del barranco de las Umbrías y las cimas de la val de Sollavientos, ya en el puerto de Valdelinares.

Para terminar la ruta hay que seguir por el borde de la peña hasta alcanzar una zona en la que el cinglo desaparece y permite descender fácilmente a través del bosque.

Una posición defensiva de la Guerra Civil …

situada junto a un gran pino caído …

… son dos buenas referencias para encontrar un sendero que desciende a través del pinar.

En realidad, es una exitosa reforestación de pino royo, como puede apreciarse por la alineación de los árboles, las similares dimensiones y la regular distancia entre los mismos.

En algunos claros crecen arbustos propios de la orla del bosques, como la mentironera o la zarza galabardera

La senda termina en una buena pista que remonta ascendente por la ladera de la Jabaldana a la altura de las ruinas de una antigua majada

… que tiene un aire de viejo y arruinado castillo medieval.

La pista desciende zigzageando. En la primera curva, aproxima a otro saliente calizo que ofrece una buena panorámica de la ladera en solana.

Pinos colgados sobre el abismo afectados por la sequedad y los rayos

La pista resuelve un notable desnivel. La protección que ejercen las calizas que afloran en la cresta de La Jabaldana sobre el potente estrato de margas, todos ellos concordantes y levemente inclinados, crea una acusada pendiente en la ladera.

Estos materiales son apropiados para el desarrollo de un matorral de salvias y aliagas que recubren el sustrato y reducen la intensa erosión.

Mata de salvia colgada sobre el talud abierto por la pista

Entre estas margas son comunes los fósiles de moluscos y de braquiópodos que habitaron en los ambientes litorales del mar de Tethys a principio del Cretácico …

En la penúltima curva existe la posibilidad de tomar un atajo a través de un sendero que pasa entre dos balsas y junto a un muro de piedra seca.

Sale de nuevo a la pista principal que siguiéndola en sentido descendente entre campos de cultivo pasa junto a un polígono ganadero y acerca a la carretera A-228 desde donde se tiene una buena vista de La Jabaldana.

Habrá que tomar la carretera hacia la izquierda, dirección Alcalá de la Selva, y al final de una recta encontraremos el puente sobre la rambla de las Umbrías, punto de partida de la primera excursión, cerrando así el recorrido circular.

Fotografías: Chusé Lois Paricio y Chabier de Jaime